Historia XVII:Sitio de Viena

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El gran visir Mustafá, apellidado Kara, «el Negro», aprovechó la sublevación de los húngaros para atacar el Austria. Reunió un gran ejército (dícese que de 200.000 hombres) que invadió Hungría (1682); pero la mayor parte de los húngaros cristianos se negaron a unirse a los turcos.

El año siguiente, el ejército turco partió de Andrinópolis con el gran visir. Remontó el valle del Danubio, invadió Austria, quemando las mieses, incendiando los pueblos, llevándose las mujeres y los niños, y fué a acampar delante de Viena (julio de 1683).

El emperador Leopoldo no tenía ejército dispuesto. Huyó con su familia sin que le quedase tiempo para llevarse nada, y le siguió una parte de los habitantes. Viena no tenía para su defensa más que 10.000 soldados, y burgueses y estudiantes se organizaron en milicia. El sitio duró siete semanas. Los turcos hicieron saltar 40 minas, dieron 18 asaltos, y tomaron uno por uno los bastiones que defendían la ciudad.

Por último llegó un ejército de socorro, formado por 30.000 alemanes mandados por el duque de Lorena, y 27.000 que capitaneaba el rey de Polonia. Fué a acampar en la montaña frente a Viena. Luego atacó el campamento otomano. Los jinetes polacos dieron una carga. Los turcos, sorprendidos, huyeron en desorden, abandonando 300 cañones, sus tiendas, todos sus bagajes y las banderas. Así acabó la última invasión de los otomanos en Austria. El ejército turco se retiró desordenadamente, perseguido por los polacos hasta Belgrado. El sultán, irritado, mandó decapitar al gran visir.