Historia VI:Ruina de Europa
Felipe II había logrado anexionar Portugal a las provincias españolas; pero fracasó en todos sus restantes proyectos. No pudo conquistar Inglaterra, ni exterminar a los calvinistas de Francia, ni reconquistar las Provincias Unidas.
Sus adversarios formaron una liga contra él. Tuvo que combatir a la vez con la reina de Inglaterra, con el nuevo rey de Francia Enrique IV, y con las Provincias Unidas. Los marinos ingleses vinieron a atacar los puertos de España. Una flota inglesa forzó la entrada del Guadalquivir, se apoderó de Sevilla, que era el gran puerto del comercio con América, saqueó la ciudad y la incendió (1596).
Felipe II, que ya no tenía recursos, se vió obligado a hacer la paz con Francia (1508). No conservó siquiera los Países Bajos católicos, pues los cedió a su hija Isabel que casó con un archiduque de Austria.
Aquellas guerras habían arruinado a España, Felipe II había perdido su renta principal, el tributo de los Países Bajos, y ya no podía pagar a los banqueros que le habían prestado dinero. No podía tampoco sostener sus ejércitos y defender sus posesiones.
Llegó a ser impopular, aun entre sus súbditos de Castilla, que durante mucho tiempo le habían admirado. Poco antes de morir, supo que muchos fieles, al confesarse, se acusaban de odiar al rey. «Bien está, respondió Felipe, que, puesto que sus lenguas andan sueltas, sus manos permanezcan atadas.» Mas tarde, los escritores españoles ensalzaron la gloria de aquel rey e hicieron popular su nombre. Pero la monarquía española no se rehizo jamás de su ruina.