Historia VI:Lucha contra la Reforma en Europa

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Capítulo 6 – Política de Felipe II
Lucha contra la Reforma en Europa

de Charles Seignobos


Habiendo muerto el duque de Anjou (1584), el rey de Francia tenía por heredero a Enrique de Navarra, jefe del partido protestante francés. Felipe II había vacilado mucho antes de comprometerse en una guerra europea; pero se consideraba cabeza del partido católico, destinado a hacer triunfar la fe católica contra los herejes en los demás países de Europa. Se decidió a hacer francamente la guerra.

En Francia, el embajador español fué a avistarse secretamente con los príncipes de Guisa en sus tierras de Joinville. Por un tratado secreto (enero de 1585), Felipe II prometió a los Guisas darles 600.000 escudos de oro al año. Los Guisas se comprometieron a quitar del trono a cualquier príncipe hereje y a exterminar la herejía. El embajador español comunicó a su gobierno que el tratado serviría para mantener la guerra en Francia, de suerte que España tuviera tiempo de someter a los Países Bajos. El partido de la Liga, dirigido por el duque de Guisa, inició contra Enrique de Navarra una guerra civil que duró diez años. El Papa Sixto V, aliado de España, excomulgó a Enrique I y le declaró incapacitado para reinar.

En los Países Bajos, el ejército de Alejandro Farnesio acabó de conquistar todas las provincias del Sur. Amberes, donde se habían agotado los víveres, capítulo (1585). Los españoles empezaron el ataque a Holanda. Los calvinistas holandeses, desesperados, pidieron auxilio a la reina de Inglaterra y la reconocieron como soberana. Isabel, que no quería gastar dinero, consistió en enviar 6.000 hombres; pero los envió al mando de su favorito el conde de Leicester, joven señor vanidoso e incapaz que se puso a mal con los burgueses de las ciudades. Isabel le hizo volver a Inglaterra, luego le envió de nuevo a Holanda, pero recomendándole que decidiera a los holandeses a pedir la paz a España. Los holandeses no querían someterse. Leicester quiso obligarles a ello, y acabaron por expulsarle (1587).

En Inglaterra, Felipe II había esperado que los católicos le desembarazasen de Isabel, pero la conspiración fué descubierta y la reina se aprovechó para hacer condenar a María Estuardo. Felipe II se decidió al fin por la guerra. Preparó una flota de 130 navíos tripulados por 10.000 marineros y con 20.000 soldados. Se la denominó Armada Invencible. Debía ir a la costa de los Países Bajos, recoger un ejército de 30.000 hombres mandado por Alejandro Farnesio y trasportarle a Inglaterra. Isabel no tenía ejército para defenderse. Pero la Invencible, mal dirigida, fué atacada por las naves inglesas y dispersada, no volviendo siquiera la mitad (1588).

La destrucción de la Invencible hizo fracasar todos los proyectos de Felipe II. El gobierno protestante siguió siendo dueño de Inglaterra. El rey de Francia Enrique III se animó y ordenó el asesinato del duque de Guisa. Luego se alió con el rey de Navarra y juntos fueron a sitiar a los de la Liga en París. El asesinato de Enrique III obligó a los sitiadores a retirarse; pero Enrique de Navarra, ya Enrique IV, rey de Francia, continuó la guerra y otra vez puso sitio a París (1590).