Asombrosa ciudad, asomada
a las aguas del Guadalquivir
Al calor de tu piedra dorada
yo quisiera por siempre vivir.
Capitana de vientos y olivas,
un laurel por el pecho te cruza
-campanarios y torres altivas-
con el aire de Roma andaluza.
De los hornos de tus cien alfares
de las fraguas del ascua y el Sol,
vas pariendo por tus olivares
un ejemplo del hombre español.
Recatada ciudad de los Cerros
noche oscura de Juan de la Cruz
con espartos y gredas y hierros
nos devuelves de nuevo la luz.
Asombrosa ciudad, asomada
a las aguas del Guadalquivir
Al calor de tu piedra dorada
yo quisiera por siempre vivir.
Dulce novia del Sol cuando asoma
a la cita de cada mañana,
asomada al balcón de La Loma
esta es Úbeda, reina y gitana.
¡Ubetenses,
Viva, viva
Viva Úbeda!