Coro
Sobre palmas y lauros de oro
yergue el Zulia su limpio blasón
y flamea en su plaustro sonoro
del progreso el radiante pendón.
I
La luz con que el relámpago
tenaz del Catatumbo,
del nauta fija el rumbo,
cual límpido farol;
el alba de los trópicos
la hoguera que deslumbra
cuando al zenit se encumbra
la cuádriga del sol....
No emulen de tus glorias
el fúlgido arrebol!
II
En la defensa olímpica
de los nativos fueros
tus hijos, sus aceros
llevaron al confín;
ciñendo lauros múltiples
los viste con arrob
del Avila a Junín;
y en el tarque y Ayacucho
vibraron su clarín.
III
Erguido como Júpiter,
la diestra de alto armada,
de rabia y de rencor;
las veces que los sátrapas
quisieron tu mansilla;
mirarte de rodilla
sin prez y sin honor....
cayó sobre sus frentes
tu rayo vengador.
IV
Y luego que la cólera
de tu justicia calmas,
va en pós de nuevas palmas
tu espíritu viváz;
en áulas y areópagos,
cabildos y liceos,
te brinda sus trofeos
el numen de la Paz;
y vése en blanca aureola
resplandecer tu faz.
V
En tu carroza ligera
que tiran diez corceles,
de cantos y laureles
quirnaldas mil se ven.
Allí del Arte el símbolo
del sabio la corona
del Temis y Pompona
la espada y el alirén,
la enseñab del trabajo
y el lábaro del bien.
VI
Jamás, jamás los déspotas
o la invasión taimada,
te obliguen a trocar;
y sigas a la cúspide,
triunfante como eres
rumores de talleres
oyendo sin cesar
en vez de los clarines
y el parche militar.