¡Mil albricias, Zamora Chinchipe!
porque tú eres heraldo de gloria,
porque extractas de ti nuestra historia
todo cuanto es pujanza y valor.
I
En tu emblema áureo y verde flamean
montes, valles y tierras baldías,
las prosapias de estirpe bravías
que son guardias de nuestra heredad;
Nangaritza, el Chinchipe, el Zamora
en sus vientres arrastran riquezas
y en sus ondas reflejan promesas
de amor patrio, de fe y dignidad.
II
Cual el cóndor con sed de horizontes
hoy atisbas con fe tu futuro
y marchando con paso seguro
vas en pos de un fecundo ideal;
nuestro Oriente y la Patria te aclaman
porque vibra en tu sacra existencia
el honor, el trabajo y la ciencia
que en ti hallaron sin par pedestal.
III
¡Yergue siempre orgullosa la frente
y con ígneo ardimiento hoy guarda
que otra vez la codicia bastarda
quiere herir tu gentil corazón!
Mas, tus hijos por Dios hoy te juran
defender con su vida tu emblema
pues nuestra ira, como una anatema,
será el fuego y rugir del cañón.