[Estrofa I]
Retomamos ahora
desde este recodo del camino
en el filo y a la luz
de los tiempos vividos,
una espiga, una vara de rosa
y una grisácea piedra
para escribir sobre esta tierra.
[Estrofa II]
Tierra del lento crecer
de esperanzas y labranzas,
desde allá trajimos
viento seco y tierra parda,
roció de carretón tiempo
que aún moja
y retoñan pensamientos
que refrescan los recuerdos,
humedecen y blanquean nuestra sien.
[Estrofa III]
Venimos de la pobreza
de una casa de Sora,
de la aridez del suelo
que produjo intelectos.
Hubieras querido
no llevar tan metida
en las entrañas,
ni esa agreste llanura
de alpiste verde y seco,
ni los barrancos encerrando
la pereza de los tiempos
para el cambio de las cosas.
[Estrofa IV]
Aquellas cosas y aquellos nombres
que se adormecen cuando filtra
la luz los sauces viejos.
[Estrofa V]
Tierra inmensa como muchas,
recordamos que eras dulce,
nos dejabas en los labios
las huellas de tus entrañas,
negras como la noche
harida de la lumbre
[Estrofa VI]
Rasgarte quisiéramos, tierra...
para encontrar el alma
asida en las raíces
y el calor de la vida hirviendo entre las
venas.
[Estrofa VII]
Cuéntanos,...Sora...
dinos paso aquí al oído...
que sienten los cerezos
cuando emigran las aves
y que sueñan los sauces
cuando los peina el viento.
[Estrofa VIII]
Esta memoria viaja
ahora como la brisa
buscando entre mortiños
cerezas y arrayanes,
la razón de los caminos viejos
y las huellas que signaron
todos nuestros destinos.
[Estrofa IX]
Volvemos ahora y siempre
Sora...no para poseerte,
sino para prestada
sembrarte de poesía
y de pintura
devolviéndote luego
al viento y a la lluvia
