Coro
Nuestros pechos, en férvido grito,
te saludan, Ciudad inmortal;
gloria a ti, San Francisco de Quito,
en tu historia "muy noble y leal".
I
En las faldas inmensas de un monte
tu grandeza buscó un pedestal,
para henchir tu ambición de horizonte
y colmar tu ansiedad de ideal.
II
Oh ciudad española en el Ande,
oh ciudad que el incario soñó;
porque te hizo Atahualpa eres grande
y también porque España te amó.
III
Y quién puede contar tus conquistas,
oh, leal y muy noble Ciudad,
eres cuna de héroes y artistas,
y una antorcha de luz y verdad.
IV
Cuando América toda dormía,
oh muy Noble Ciudad, fuiste Tú,
la que en nueva y triunfal rebeldía,
fue de toda la América luz.
V
Con la audacia triunfal que blasonas
ya tus hijos lucharon ayer,
y trajeron al grande Amazonas,
cual trofeo de reina a tus pies.
VI
Aunque el tiempo veloz siempre rueda
y se esfuma en su noche el ayer,
siempre intacta tu gloria se queda
y es la misma en los siglos tu fe.