Canelones, obrero fecundo
tú señalas un rumbo triunfal
levantando en la diestra ante el mundo
cual bandera de oro un trigal
cual bandera de oro un trigal.
Canelones, mirad tus espigas
ondulando como un pabellón
de la gloria les llega de Artigas
el milagro de su bendición.
Porque marchas por su derrotero
porque has sido como el precursor
en los tiempos heroicos, guerrero
y en los días de paz labrador,
labrador,
labrador.
Canelones, obrero fecundo
tú señalas un rumbo triunfal
levantando en la diestra ante el mundo
cual bandera de oro un trigal
cual bandera de oro un trigal.
Muchos hijos escriben tu historia
de progreso en la zona rural
mientras otros te llenan de gloria
en la zona del campo mental.
Canelones, pueblo extraordinario
bien mereces un puesto de honor
porque diste el laurel legendario
por la palma del buen sembrador,
buen sembrador,
buen sembrador.