- Nos ha llevado el tiempo al confín de los sueños.
- Un nuevo día tiende sus alas desde el sol.
- Oh tambores del cierzo, descorred ya las nubes
- y a las cumbres ascienda la voz.
- El paso de los siglos trazó su destino
- que llama a la justicia y a la libertad.
- Germinarán los campos, abiertos a sus cielos,
- con la verde espiga, los racimos de oro
- y el inmarchitable olivo de la paz.
- ¡Luz de Aragón, torre al viento, campana de soledad!
- ¡Que tu afán propague, río sin frontera, tu razón, tu verdad!
- Vencedor de tanto olvido, memoria de eternidad,
- pueblo del tamaño de hombres y mujeres, ¡Aragón, vivirás!
- Resplandece el tiempo;
- llega ya la edad
- para que la piedra sea manantial,
- de enlazar nuestras vidas
- y entonar las voces.
- Desde las blancas cimas donde duerme la nieve
- hasta los llanos rojos que mece el aire azul,
- un claro cielo enciende, con la frente en el agua,
- sus coronas radiantes de luz.
- Abramos las ventanas, que cante la noche,
- y al ritmo de la vida, en rueda de amor,
- se estrecharán las almas, cogidas de la aurora.
- Brille la esperanza, se abran los caminos
- en la tierra grave como un corazón.
- ¡Luz de Aragón, torre al viento, campana de soledad!
- ¡Que tu afán propague, río sin frontera, tu razón, tu verdad!
- Vencedor de tanto olvido, memoria de eternidad,
- pueblo del tamaño de hombres y mujeres, ¡Aragón, vivirás!
- ¡Tierra abierta, pueblo grande, Aragón!
- ¡Patria mía, patria mía, Aragón!
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