Hallándome del mundo retirado

Hallándome del mundo retirado
de Antonio José Caro


 Hallándome del mundo retirado   
 en mi honrado, aunque pobre, humilde nido,   
 donde al fin entregar logré al olvido   
 cuanto por ti he sufrido y he llorado.   
 

 Excusa, ingrata, el bárbaro cuidado  
 de recordarme que tu amante he sido:   
 ¡Ay! eso es refregar en un herido   
 la antigua llaga de que está curado.   
 

 Hubo un tiempo en que pude agradecerte   
 el más leve recuerdo de tu parte;  
 hoy tus memorias para mí son muerte.   
 

 Yo me atrevo, señora, a suplicarte,   
 si algún favor alcanzo a merecerte,   
 que de mi amor no vuelvas a acordarte.