Guía práctica de Alicante y su provincia/Elche

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.
Llegada de viajeros á Elche.

ELCHE

Situación geográfica. — Limita al Norte con Aspe, Monforte y Alicante; al Este con el Mediterráneo y Santa Pola; al Sur con Guardamar y Pías fundaciones, y al Oeste con Crevillente.

Hállase situado en una fértil llanura, que riega el Vinalapó, y su cielo es límpido, sus aires suaves y su clima sano é igual.

Antecedentes históricos. — Se supone de origen fenicio, y fué conocida en la antigüedad con el nombre de Illici. En tiempo de la dominación romana gozó de las preeminencias de colonia, y tuvo los privilegios propios de las ciudades regidas por el derecho itálico.

Busto oráculo, hallado en la Alcudia (Elche).
No es este lugar á propósito para disertaciones arqueológicas, pero puede asegurarse que este busto es uno de los más curiosos é interesantes descubrimientos arqueológicos hechos en España durante los últimos años.
Su aparición fué saludada por los hombres de ciencia con júbilo, y dio lugar á luminosos trabajos y empeñadas controversias.

Predilecta de cónsules y pretores, puede considerarse como la segunda ciudad del imperio, acreditando la riqueza y suntuosidad de sus edificios los restos descubiertos en excavaciones practicadas.

De esa época debe ser la muralla que cercóla; según los restos descubiertos debía tener más de 1.300 metros de circunferencia, y estar flanqueada por 10 torreones de enorme tamaño.

A pesar de haber sufrido todas las vicisitudes por que atravesó España, no decreció su importancia, ni bajo el dominio de los bárbaros ni bajo el de los árabes.

En 913 entró en ella Abderramán, al frente de un poderoso ejército, y á Alakén — que lo estableció el propio año — deben el sistema de riegos con que hoy aún se enorgullece.

Hasta 1265, en que la conquisto Don Jaime I, estuvo en poder de los moros, y cinco años después, este mismo invicto monarca le otorgó el fuero y privilegios de Murcia.

En 1284 fué conquistada por Don Juan II, que la agregó á su corona. En 1329, Don Alfonso VI la cede á su hijo Don Fernando, pero rechazada esta cesión por el pueblo, que para hacer presente su disgusto delegó en D. Guillén de Vinatea, es revocada.

Don Fernando el Católico la cede á su vez, en 1481, á D. Gutierre de Cárdenas, y en 1520 recibe el título de marquesado, de Don Carlos I.

Al estallar la insurrección de las Germanías decídese á su favor, y es sitiada por su señor y el marqués de Vélez, que al cabo la toman.

Encendida la guerra de sucesión, Elche se declara por el archiduque D. Carlos, y no contento con ello se decide á poner sitio á Alicante, que estaba en favor de Felipe V.

El éxito no le fué favorable, y en una salida hecha por los alicantinos los sitiadores fueron derrotados, perdiendo su artillería.

Vista de Elche.
Plaza Mayor, casa del Ayuntamiento y calendario reloj árabe.
Acequia Marchena.
Huerto de la Virgen.

Como consecuencia de esta aventura, poco tiempo después entraron en Elche los ejércitos de Felipe Y, incautándose de un botín fabuloso y reduciendo á prisión multitud de ingleses y valencianos.

Nada digno de mención hay que reseñar con posterioridad a esta fecha, á no ser la visita del rey Don Amadeo en el año 1873, en que se le concedió el título de ciudad.

Aspecto de la población. — Cuantos libros tratan de Elche, así nacionales como extranjeros, coinciden en una misma afirmación; Elche es una ciudad única en el mundo occidental, por su aspecto.

Si á un viajero cualquiera, en un instante dado, le trasladasen a ella al amanecer de un día espléndido, ó en las horas de siesta de una tarde de verano, cuando aún sus habitantes no anduviesen por las calles, se juzgaría en el centro de una ciudad absolutamente oriental.

Paseo Alfonso XII.

Sus casas blanquísimas, todas ellas con azoteas, sus calles silenciosas, sus bosques de palmeras gigantes, más bien hablan de una ciudad mahometana que de una población europea, culta, inteligente y activa.

«La Jerusalén española» la llaman los turistas de todo el mundo, y no les falta razón; el misterio, el silencio, la quietad, el encanto de la bíblica ciudad, parecen trasladados por arte de magia á la bella población alicantina.

La impresión es inolvidable y única. Su cielo y su suelo no tienen semejantes ni rivales en ninguna de las ciudades de la cansada y vieja Europa.

Puerta del Sol de Santa María.

Edificios notables. — Los principales son: el Ayuntamiento, situado en la plaza Mayor, com puesto de tres cuerpos de piedra de sillería, con una torre central que se llama del Concejo.

Fué dirigido por el arquitecto Bartolomé Vidad, y sus obras, que comenzaron en 1433, dieron término en 1442.

«Santa María», Magnifica iglesia, capaz de 12.000 almas, toda ella de piedra y con un altísimo campanario, desde el cual se divisa toda la ciudad y los bosques de palmeras inmediatos.

Pertenece al orden compuesto, y tiene, entre otras bellezas, una portada magistral de azulejos, un soberbio zócalo azul y oro una estatua famosa de la Virgen de la Asunción.

«La Colendina». Antiguo palacio de los duques de Altamira, hoy cárcel de partido, con una buena torre de reloj.

«El Palacio del Obispo». La iglesia de San Juan, edificada en el solar que ocupó una mezquita, y la ermita de San Sebastián, famosa por sus recuercos históricos.

Torre del Duque de Béjar.

El puente que pone en comunicación á la ciudad con el arrabal de Santa Teresa es también una obra notable. De piedra sillería, consta de dos ojos y á cada uno de sus extremos tiene una capilla con las imágenes de Pedro de Santangelo y la Asunción.

El bosque de palmeras de Elche. — Aunque Elche no tuviese otro atractivo ques u maravilloso bosque de palmeras, único, no ya en España ni en Europa, sino puede decirse que en el mundo, seria atractivo sobrado para justificar la visita del viajero y del artista.

En efecto, no cabe nada más bello, más original, más sugestivo que aquellas avenidas interminables de palmeras gigantescas, que elevan sus penachos ondulantes al cielo y sumergen sus raíces en las aguas rumorosas de las anchas zanjas cavadas á sus pies.

No hay excursión más hermosa ni que deje más imperecederos recuerdos, que la efectuara en las primeras horas de una mañana de verano, cuando aún el sol no ha encendido con su fuego la tierra por aquellas, avenidas de árboles solemnes, majestuosos, á través de cuyas ramas distínguese confusamente el reflejo del incendio del amanecer.

Costumbres típicas. - Un Alpargater.

Para disfrutar de estas bellezas, cómodamente el viajeros debe de hacer la excursión en los trenes que de Alicante salen todas las mañanas y vuelven por la tarde, evitando pernoctar en Elche para librarse de la explotación de que en los hoteles se les hace victimas.

I, Una calle de Elche. - II, Asunto típico.

Organización. — El partido judicial de Elche consta de esta ciudad, Crevillente y Santa Pola. Es de ascenso en la Audiencia territorial. Pertenece á la Capitanía general de Valencia y á la diócesis de Orihuela. Tiene puesto de Guardia civil, con un oficial y nueve individuos. Cerca de 20 escuelas y varios colegios de segunda enseñanza. Estación de ferrocarril. Oficinas de telégrafos con servicio limitado.

Carácter de sus habitantes. — A pesar de su aspecto oriental, de su clima, que invita al dulce far niente, y de la riqueza de su suelo, los habitantes de Elche son trabajadores en extremo, y, como buenos cristianos, practican el adagio «Ayúdate y Dios te ayudará».

En sus relaciones personales son afables, hospitalarios y generosos, pero muy serios, y no olvidan fácilmente un daño ó un agravio.

Tienen otra nota muy simpática: su deseo de instruirse, que facilita su natural inteligencia y rápida comprensión. Por último, son apasionados, soñadores y valientes.

Cultura. — Hay varios colegios de segunda enseñanza, y á sus escuelas concurren unos 1.200 alumnos. El Municipio de Elche destina á instrucción unas 20.000 pesetas, de las 153.000 á que asciende el presupuesto total. El próspero estado de la industria de Elche es la mejor prueba de la cultura adquirida por sus naturales. Entre los hijos célebres de Elche merecen citarse D. Marcelino Siuri, fray Jaime Tari y D. José Miralles, marqués de la Torre de Corras.

Agricultura. — La principal producción agrícola de Elche es el fruto de la palmera, ó sean los dátiles, que se exportan á toda España y al extranjero. También se recogen en abundancia granadas y no es despreciable, ni mucho menos, la cosecha de aceite, cebada, higos, hortalizas, trigo y vino.

Industria. — La industria es varia y poderosa. Su núcleo, sin embargo, lo constituye la fabricación de alpargatas, que no bajará de 400.000 á 500.000 docenas. Estas se venden y se exportan al extranjero de 3,75 á 25 pesetas docena. A su lado figuran dignamente la elaboración de calzado, harinas, chocolates, lonas, maromas, pastas para sopa y jabones.

Comercio. — El comercio, muy activo, es principalmente de exportación de los productos antes mencionados y con especialidad de los dátiles, alpargatas y calzado.

La Palmera del Cura.

El de importación consiste en arroz, trigo, paños, ganado, quincalla y bisutería, y todos aquellos artículos, en fin, propios de una ciudad que conoce los refinamientos de la vida moderna, y no se priva de ellos.

Vías de comunicación, Correos y Telégrafos. — Elche tiene estación de ferrocarril en la línea de Alicante á Murcia; Carreteras á Alicante, á Santa Pola por Baya; á Murcia y Orihuela, por Crevillente. Albatera, La Granja, Cox, Callosa de Segura y á Novelda por Hondón de las Nieves y Aspe. Servicio diario de coches á Crevillente, Aspe y Novelda, y tranvía de vapor á Alicante y Crevillente. Estación telegráfica de servicio limitado.

Pueblos del Partido judicial de Elche.

Crevillente. — Villa con 10.726 habitantes, á 21 kilómetros de la capital y 9 de Elche.

Ferrocarril de Alicante á Murcia.

Estación telegráfica.

Coche á la estación á 50 céntimos asiento.

Tranvía de vapor de Alicante por Elche.

Carretera á Dolores por Catral; á Alicante, por Elche; á Novelda, por Aspe; á Orihuela, por Albatera y Callosa de Segura.

Producción. — Trigo, aceite, vino, legumbres, algarrobas, granadas y muy codiciadas frutas y hortalizas

Industria. — Su industria y comercio han experimentado gran desarrollo. La fabricación de las afamadas esteras de pleita y alfombras de cordelillo se exportan á todos los países del mundo por su gusto y duración. Cuenta también con varias fábricas de aguardientes, bebidas gaseosas, gorras, jabón, harinas, molinos de aceite, hornos de yeso y minas de explotación.

Feria los días 6 y 7 de Agosto.

Santa Pola. — Esta villa se halla situada en el Cabo del mismo nombre, tiene 4.121 habitantes, puerto de mar sin rival en el Mediterráneo, por su placidez, y Aduana de primer orden.

Producción. — Trigo, cebada, maíz, vino, aceite, legumbres, higos y variedad de frutas.

Industria. — La navegación, extracción de sal de las Salinas de la Antigua Albufera.

Tiene estación telegráfica limitada.

Carruajes directamente á la capital.

Referencias

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Dolores Elche Jijona