Gotas de ajenjo/XXXIII
XXXIII
Si yo fuera serpiente
de esas que en el camino
al sentir el errante peregrino
ávidas le hincan el agudo diente,
a cuántos monstruos viles,
de almas inmundas en que hierve el cieno,
les hubiera infiltrado mi veneno
así como esos pérfidos reptiles.