¡Qué sería de él sin ella! Se consideraría un ser débil, absolutamente incapaz de seguir viviendo; porque él marcha, por sendero marcado, á la realización de un propósito, al cumplimiento de un destino; y para eso le servirá de medio indispensable. ¡Qué sería de él sin ella!
Cualquier día hermoso, en que la ira se muestre en sus ojos con fulgores más intensos que nunca, matará á otro hombre,—su hermano, su amigo, un desconocido, un cualquiera—¡no importa quien! Y entonces el propósito se habrá realizado, el destino se habrá cumplido...
Procediendo á su clasificación la ciencia ahora le indicará con el dedo señalándolo en la frente con la etiqueta respectiva donde escribirá en grandes caractéres: criminal nato.
También podría determinársele de otra manera, diciendo: Es el rencor del hombre por el hombre. acumulado de generación en generación, que estalla en estos organismos feroces, así como el fuego de la tierra errumpe por la boca de un solo volcán en una cordillera aunque se halle latente en las entradas de cada uno de sus montes.