Gaceta del Salvador/Tomo 2/Número 87

Gaceta del Salvador en la República de Centro-América (1850)
Tomo 2 Número 87

página 1 TOM. 2.NUM. 87.

GACETA DEL SALVADOR,
EN LA REPUBLICA DE CENTRO-AMÈRICA.
La suscricion á este periódico importa seis
reales por trimestre vencido.—Los números
sueltos se espenderán á real.
San Salvador, Noviembre 1.º de 1850.
Este periódico se publicará todos los viernes
Se admiten suscriciones en la Imprenta del
Sr. Antonio Liévano.

Oficial

editar
OFICIAL.

EL PRESIDENTE DEL SALVADOR,
á los pueblos del Estado y á to-
dos los centro-americanos.

POR fin el Cónsul ingles ha llevado al cabo sus hostilidades y puesto el bloqueo á los puertos del Salvador. Hace cuatro años que se verifica este aniversario de iniquidad en la época de las ferias para herir mas vivamente el corazon y en los intereses del Estado, para privarle de sus principales recursos, y para descargar sobre sus hijos todos los males que estan á su arbitrio.

El Estado del Salvador es reputado por el Cónsul como una poblacion africana ó de salvajes, donde no se usa de la razon ni del derecho, y donde los funcionarios ingleses se dispensan de toda consideracion, entablan sus relaciones por la fuerza, se administran justicia por si mismos, y su voluntad y su interes forman todo su derecho público.

Tal es la manera con que vuestro gobierno, vuestro pais, y vuestra soberania son tratados en la cuestion actual, y en la rencorosa venganza ejercida sobre vosotros, no por la Inglaterra ni el gobierno británico, sino por su ajente el Sr. Chatfield á quien su larga resistencia en Guatemala, le ha hecho participar de los odios del partido enemigo del Salvador que reside en aquella ciudad, y con el cual, toma parte contrariando sus deberes de ajente de una nacion poderosa á quien no hemos ofendido.

Como vosotros lo sabeis, se ecsije en todo rigor: 1.º que el tratado iniciado con el Cónsul el dia 12 de Noviembre, sea ejecutado por el gobierno sin la ratificacion del Cuerpo Lejislativo: 2.º que el gobierno se retracte de lo que ha publicado en su defensa y en contra la conducta del Cónsul ingles en sus agresiones sobre todos los Estados, y que haga callar la prensa libre: 3.º que reconozca precisamente à Dn. Marcos Idigoras por ajente británico, aunque no convenbga ni á los intereses ni al honor del Estado la admision como ajente, de un súbdito rebelde que se ocupa de procurar la depresion de su gobierno, y la preponderancia de su mas encarnizado enemigo.

Sin todo lo que ya se ha dicho sobre estos tres artículos, calculados espresamente para hollar las leyes constitucionales del pais, y para poner su gobierno y pabellon en el mayor oprobio y vergüenza ante las naciones americanas, hasta su esposicion para que sin necesidad de esplicaciones aparezca á toda luz la enormidad de ecsijir por la fuerza á un pueblo libre, á una sociedad civilizada, este abandono de su justicia, de sus instituciones, de su independencia misma y de su honor.

El Sr. Chatfield se propone por ellos, que la constitucion fundamental se abolida.—1.º Despojando al Cuerpo Lejislativo de su principal atribucion en todo pais republicano, de ratificar ó desaprobar los tratados, y aun privando al goiberno del ecsàmen y del conocimiento de los pactos hechos por sus comisionados. Ya se comprende cual seria la ventaja del estranjero al tratar de los intereses mas vitales con un pais que así los abandona sin reverlos, á merced de sus enviados ó comisionados. ¡Como se citaria esta irregularidad como un ejemplar y se querria establecer como una regla para toda transaccion ó pacto venidero: como los tratados que son una lei superior á las del pais, quedarian asì fuera de la discusion y arreglo del Poder lejislador, y del soberano!

En segundo lugar la independencia constitucional seria anulada, introduciendo al pais los mismos adversarios de él, ajentes y funcionarios propios, ò valiendose de sus contrarios para imponer al gobierno, para espiar à la autoridad suprema y para ajitar como lo hace Idigoras, aunque miserable é impotentemente, las reacciones y la combinacion con los enemigos mismos del Estado.

En tercer lugar, retractándose el gobierno y aboliendo la prensa, mentiria contra su propio honor y ecsistencia á la faz del mundo, se revelaria contra su propio pueblo y su autoridad, y sofocaría infame y traidoramente la voz y el clamor sagrado del pais contra las depredaciones y los ultrajes de un agresor injusto.

Son estas, son nada ménos que estas las pretensiones que se ecsijen, que se nos imponen empleando actualmente la fuerza, el bloqueo, y todo jénero de coercion violenta para impelernos á la mas vil y vilipendiosa abyeccion, á la renuncia de una ecsistencia independiente y de nuestro pacto social; ó al sufrimiento de la pérdida de la libertad comercial, de la ruina de nuestra hacienda pública, y de los intereses particulares del tráfico.

Mas por ventura ¿seria este el último sacrificio que hicieramos á una paz ruinosa y degradante? ¡Oh nó,! ya lo veis aparecer cada año con nuevas y mayores ecsijencias; ya lo veis levantar cada dia con mas orgullo su tono imperioso, y su demanda indebida. A cada concesion ilegal se sigue una reclamacion preparada, una amenaza, una hostilidad mas larga y rigurosa.

Conciudadanos: no es posible someterse sin condiciones al oprobio y á la dominacion estranjera, espues de aparecer como independientes á la faz de las demas naciones. Si nos hemos separado de nuestros padres y de la patria simpática de nuestros antecesores por adquirir libertad y gloria, ¿como podriamos someternos á un yugo odioso, antipático y absurdo entre pueblos tan diversos, como el que pretende establecer sobre nosotros el espresado Cónsul, imponiéndonos sus voluntades, sus ajentes, sus indemnizaciones, sus castigos, su odio à nuestras leyes fundamentales, su politica de Guatemala y de disolucion de la República?

Es mas que evidente que miéntras él no llene tales miras, miéntras él no vea subyugado todo el espíritu público salvadoreño, las agresiones, las hostilidades, los bloqueos anuales, las ecsijencias enormes y depresivas del pais irán en aumento, hasta aniquilar por la miseria y la depredacion, lo que no puede arrebatar ya por la conquista y por la sangre.

Si yo creyese, ¡oh conciudadanos! que vosotros fluctuabais en tal posicion: que reusabais sacrificar vuestros intereses momentáneos á la libertad y al honor; que la opinion pùblica no era compacta, bien deliberada y constante para sostener á todo trance los derechos y la dignidad del pueblo salvadoreño respecto de las agresiones y del espiritu de ultraje que arrastran y ciegan al Cónsul británico contra nuestro pais; si yo no viese unánime esta indignacion noble, esta enerjía de un pueblo que levanta su maza imponente contra el ultraje y la injusticia, yo me separaria del poder, yo me apartaria de la carrera de ignominia y de sometimiento de la patria.

Mas yo leo en vuestros corazones ¡oh salvadoreño! con caracteres luminosos vuestra resuelta decision por defender hasta el último estremo el honor de vuestro pabellon: tengo á la vista vuestras enérjicas manifestaciones, y yo pereceria diez veces al frente de este pueblo libre, antes que verlo subyugado al capricho y las violencias de un poder estranjero.

Vanos han sido todos los pasos para transijir esta cuestion de una manera razonable. Inùtil el ofrecimiento de un arbitramento imparcial, ya con un Cónsul norte-americano, ya últimamente con el Consulado frances. El ajente británico ha desechado todas las proposiciones que le hizo el Sr. Cónsul de Francia. Reusa toda modificacion por favorable que le fuese y onerosa al Salvador, á los tres articulos de su demanda.

Él se hace juez en su propia causa, y repele toda intervencion de un poder imparcial. Él no somete su razon á ninguna otra, porque tiene la conciencia de su injusticia; y él emplea la fuerza y la violencia como su único derecho.

Yo he protestado que en la cuestion de dinero, sotenida por nosotros con la justicia, la razon y la lei, haria sin embargo todas las concesiones, aun las mas exhorbitantes y seria objeto de un arreglo, porque vosotros aun siendo pobres mirais con desden esta contienda ratera y miserable; mas no así en lo que toca á vuestra dignidad y á vuestro honor.

Yo os comprendo, pueblo magnánimo y jeneroso, vos quedarias sepultado en vuestras playas sangrientas bajo vuestro pabellon glorioso, antes que verlo ultrajado, y veros deprimido á los pies de vuestros opresores.

Dura y terrible es la tormenta que pasa sobre mi cabeza en medio de tan largos y penosos conflictos; pero mi recompenza es alta y brillante al verme al frente de un pueblo heróico, y que en las épocas mas dificiles, en las crísis mas fuertes, él se hace digno como ahora de levantar siempre su frente coronada por las virtudes y la libertad republicana.

Hijos de esta patria angustiada, pero honrada y grande, no la desatendamos en sus mas vivos clamores á nuestro esfuerzo; no la abandonemos en el ultraje, no la dejemos hollar vilmente por el estranjero, y por el servilismo de la faccion de Guatemala que lo ha lanzado ya sobre nosotros. página 2 Ved en ese bloqueo la vanera del salvajismo de Guatemala protejido por el Cònusl ingles, amenazando no solo vuestras costas sino las de todo Centro-América. Ved allí la señal terrible de un combate á muerte de la tirania estranjera combinada con los traidores de nuestro pais, contra la independencia nacional y contra todos los Estados libres. La hora ha sonado. La independencia está amenazada. Pero vosotros sois ciudadanos, sois hijos, sois soldados de esta cara Patria. No desatendamos su augusta voz y preparémonos á su defensa.

San Salvador, Octubre 24 de 1850.

DOROTEO VASCONZELOS.

Hacienda

editar

Finiquito

editar

La Gaceta

editar

página 3

Correos Ordinarios

editar

Acajutla

editar

Administración de Justicia

editar

Honduras

editar

Guatemala

editar

Esterior

editar

Francia

editar

página 4

Noticias de los Estados

editar

Soneto

editar
Aviso.

En casa del Sr. E. Andrino, Calle del comercio num. 1.º hai de venta Calendarios para el año entrante de 1851: edicion de la Tipografía del Sr. L. Luna.

Por demas es recomendar su mérito y la buena eleccion de agregados que trae, entre ellos 29 Fábulas politicas dedicadas al pueblo libre por su autor el Sr. D. J. M. Gutierrez de Alva.


IMPRENTA NUEVA DE A. LIÉVANO.
Calle de Marte N. 10.