​Fulminado​ de Julio Flórez
Fuente: El Heraldo del Istmo, Año II, número 45, p.1. Panamá, 15 de noviembre de 1905; (de "Cardos y Lirios").

 ¡Vibras, rayo! La muerte va contigo:
 tronchas el árbol y huye tu reflejo;
 las aves lloran al frondoso amigo;
 ¿cómo no han de llorar al árbol viejo
 que les dió sombra y bienestar amigo?

Salta el rayo en la nube! Alfanje de oro,
raja el ámbito negro y atraviesa
el abismo; desciende á la dehesa
y húndese en el testuz del viejo toro.

Tras el brusco esplendor del meteoro,
del verde llano á la montaña espesa
el trueno pasa retumbando!.... Y cesa
de la borrasca el fecundante lloro.

El huracán, terrible y altanero,
cierra sus fauces lúgubres; ya nada
se mueve. En el cenit brilla un lucero.

Y desde la llanura dilatada,
sube como un reproche lastimero,
la gran lamentación de la vacada!