Fresca arboleda del jardín sombrío
¡Fresca arboleda del jardín sombrío, clara fuente, sonoras avecillas, verde prado que esmaltas las orillas del celebrado y anchuroso río! ¡Grata aurora que viertes el rocío por entre nubes rojas y amarillas, bello horizonte de lejanas villas, aura blanca, que templas el estío! ¡Oh soledad!, quien puede te posea; que yo gozara en tu apacible seno el placer que otros ánimos recrea, si tu silencio y tu retiro ameno más viva no ofrecieran a mi idea la imagen de la ingrata por quien peno.