​Florecimiento​ de Delmira Agustini


 La noche entró en la sala adormecida
 arrastrando el silencio a pasos lentos...
 Los sueños son tan quedos, que una herida
 sangrar se oiría. Rueda en los momentos
 

 una palabra insólita, caída
 como una hoja de otoño... Pensamientos
 suaves tocan mi frente dolorida
 tal manos frescas, ¡ah!... ¿por qué tormentos
 

 misteriosos los rostros palidecen
 dulcemente?... Tus ojos me parecen
 dos semillas de luz entre las sombra,
 

 y hay en mi alma un gran florecimiento
 si en mí los fijas; si los bajas, siento
 como si fuera a florecer la alfombra.