Fatalidad
de Antonio Ros de Olano
           
           De luz vestida en el azul sereno,
	limpio reflejo de la casta luna,
	diosa del mar en transparente cuna,
	la amé en un tiempo, de esperanza ajeno.
	 
	   ¡Fatal amor!... El corazón sin freno
	triunfó del Hado... ¡mísera fortuna!
	¡La Náyade de límpida laguna
	fue Venus libre y me abismé en su seno!
	 
	   Luego la vi en el féretro tendida,
	pavorosa beldad de carne inerte,
	astro apagado en luctuosa esfera...
	 
	   Y ¡ay del deseo! Me atedió en la vida...,
	y amé el dolor con que me hirió su muerte,
	¡vuelto al afán de mi ilusión primera!