Exploración de las lagunas Negra y del Encañado/Introducción

Nota: Se respeta la ortografía original de la época

INTRODUCCION.

"La hora de las represas ha sonado ya para Chile."
Víctor Carvallo.—"La Laguna Negra."

La esploracion de las lagunas de las cordilleras de San José i que yacen escondidas dentro de altísimos farellones en una línea casi paralela a la capital, correspondía, desde 1868, en que se intentó su primer reconocimiento, a una gran necesidad pública.

Esa necesidad es el formidable desequilibrio que en los últimos quince o veinte años ha comenzado a sentirse en la provincia de Santiago, i, en jeneral, en todo el pais, entre el desarrollo prodijioso de los cultivos i la escasez de lluvias no ménos estraordinaria.

No pasa un solo año sin que en los hermosos valles i dilatadas llanuras que forman la hoya jeolójica de la provincia de Santiago, i el riñon de su opulencia (si es posible hablar así en un pais eminentemente agrícola i pastoril como el nuestro) no se entreguen a la irrigacion, por un medio u otro, unos cuantos millares de cuadras. No pasa un solo año sin que se perfore en los flancos de los cerros que la rodean por el Norte i por el Sur, por el Oriente i el Poniente nuevos i caudalosos canales de regadío.

Ayer era el del "Cármen." Hoi es el de las "Mercedes." Mañana será el de "Valparaiso," obra mas colosal todavía, si ha de ejecutarse, que la del canal "San Cárlos," cuya apertura tardó un siglo cabal.

I al propio tiempo las lluvias, nodriza común de todas esas obras, han desaparecido casi por encanto de nuestra zona, al punto de que hubiera de creerse que obedecen a una razon inversa de las necesidades de la irrigacion. Miéntras mayor número de tierra de secano se entrega a la reja del arado, menor provision de las aguas destinadas a fertilizarla nos da el cielo. Mientras mas canales labra en la roca viva la pujanza del hombre, menor número de nevazones, estas lluvias sordas de las cordilleras, nos propicia el invierno, para alimentar los escasos rios que aquellos sangran en el estío.

Ahora bien. ¿Cómo obviar tan graves inconvenientes puestos al paso del progreso agrícola que es la vida de la república? ¿Cómo establecer compensaciones adecuadas, que restituyan el antiguo equilibrio entre la produccion i el elemento primordial de la produccion en nuestro suelo, es decir, entre el cultivo de los cereales i las aguas de regadío?

Uno de los intelijentes esploradores de la Laguna Negra en 1873 ha herido con un solo golpe el árduo problema. Para esto ha esclamado: —"La hora de las represas ha sonado ya para Chile." I por esto hemos enclavado este mismo espresivo epígrafe al frente de este libro.

Igual lei han soportado todos los paises cálidos i montañosos.

Las Alpujarras en España contienen tantas represas artificiales, desde el tiempo de los moros, como las que se construyen en los presentes tiempos i con idénticos propósitos en los Pirineos para irrigar el centro de la Francia i en los Alpes italianos para proveer de ese elemento los ricos campos de la Lombardía.

La India se cubre de colosales represas, i aun en el Perú, se vuelve ahora los ojos a las famosas obras hidráulicas de los Incas, inmortalizadas en el canal de Cajamarca i en las represas de Otoca.

Ese es, entre tanto, un procedimiento completamente natural, i se puede decir inevitable.

Donde los rios no bastan al sustento de la tierra, es preciso crear rios artificiales.

Donde las lluvias no alcanzan a llenar sus fecundantes menesteres en la época de las irrigaciones, forzoso es almacenarlas con laboriosa cautela para servirse de ellas en la hora de la premiosa necesidad.

I tan es así, que en pequeña escala el sistema de las represas comienza a estenderse como una red hidráulica en las haciendas de secano, cultivadas por agricultores intelijentes o afortunados. Las represas de Catapilco, de la Viñita, de la Viña del Mar ya ejecutadas, la de las Vacas i la de Longotoma en via de realización i muchas otras en menor escala son la prueba mas evidente de la existencia de esa "necesidad pública" a que aludíamos en las primeras líneas de esta introduccion.

Ahora bien, volvemos a decir a ese respecto. Las lagunas de las cordilleras de San José eran representadas como dos grandes represas naturales que la incuria mantenia ociosas, como los dos senos de robusta nodriza cuyo hijo hubiera muerto de inanicion.

La esploracion de 1868 habia dejado en pié el problema.

Era mas o menos conocida la superficie de las lagunas, su profundidad, su situación jeográfica, los servicios diminutos que en su condicion actual prestan a la agricultura de los valles situados a sus piés.

Pero todo esto no era sino nociones mas o ménos inciertas, cálculos aproximativos, presentimientos de la observacion i del deseo.

Se hacia indispensable una gran rectificacion.

Esta tarea es la que ha sido ejecutada por un grupo de animosos i desinteresados obreros, que en una campaña feliz de diez dias, dieron solucion definitiva a los diversos e interesantes problemas que les fueron sometidos.

¿Pueden ser las lagunas Negra i del Encañado surjideros permanentes de la irrigacion de los valles que coronan cual lo creia la jeneralidad del vulgo i se inclinaba a suponerlo el primer esplorador de ellas en 1868?—"Nó;" ha dicho unánimemente la comisión de 1873.

¿Pueden servir esos colosales fondos de agua como un ausilio estraordinario en los casos de sequía, segundo problema puesto delante de los ojos de la comision?—"Sí';" ha contestado la última con la misma unanimidad.

¿I todavía, añadimos, faltando la primera base, la mas esencial e interesante, la de la provision permanente de esas aguas ¿habria un tercer medio de suplir esa deficiencia, creando en otros parajes de las cordilleras de Santiago represas artificiales en gran escala, o mas bien fortificando, dilatando i utilizando las que existen? La comision esploradora de 1873 vuelve a ofrecer una solucion favorable sobre esta cuestion sometida a sus investigaciones, i nos presenta pared de por medio con la represa sin válvula que se llama la Laguna Negra, cuya superficie es mas o ménos de 450 cuadras cuadradas, una represa colosal, que ha sido en otros siglos una laguna diez veces mas vasta que aquella i cuya válvula o esclusa ha sido rota por la accion i el desgaste de los años.

Esta última represa es la del Valle del Yeso, que abarca una comarca entera de la cordillera.

La serie de ensayos de que somos simples compiladores i que damos a luz en seguida, corresponden a los trabajos, estudios i proyectos a que ha dado lugar cada una de esas interesantes cuestiones, i por esto, i por no alargar ociosamente el presente prefacio, vamos a darles oportuna i lójica cabida, contentándonos con hacer aquí únicamente su enumeracion i bosquejar sus títulos.

Los ensayos son cinco.

Constituye el primero la amena i bien concebida descripcion jeneral de las operaciones de la comision, trazada por la pluma, si bien novel, elegante, de su secretario el señor don Eduardo L. Hempel, quien ha sabido evitar el escollo de las relaciones puramente científicas, matizando el sendero recorrido con cuadros pintorescos i discretas anécdotas. No era posible hacer una mejor descripcion popular de aquella breve pero activa i fraternal campaña.

Sucede en órden natural al escelente itinerario descriptivo del secretario de la comision, el trabajo puramente científico, i no por esto ménos interesante del esperto, laborioso e intelijente comandante Vidal sobre todas las etapas de ese mismo itinerario, estudiadas esclusivamente bajo el punto de vista de la ciencia. I tan bien se hermanan a la verdad ambos trabajos, i tan acertadamente se completan, que en muchas ocasiones se encuentran entre sí sin chocarse, como dos viajeros que se refirieran el uno al otro sus aventuras, sentados a la par en la misma piedra del sendero.

En orden de lójica el tercer trabajo es el puramente práctico ejecutado por don Víctor Carvallo, Delegado de la Sociedad Nacional de Agricultura en el seno de la comision. El jóven i entusiasta agrónomo, como interpuesto entre las estrellas que observaba el sabio marino i las escenas de la vida i de la naturaleza que recorria el alegre cronista, nos conduce con un laconismo que ántes se habria llamado espartano, como hoi se denomina "yankee", al terreno de la práctica, de los riegos, de las sementeras, de los potreros i de los pesos fuertes. Aunque publicado ya este trabajo, no por esto ha perdido en lo menor su interes, especialmente en los fragmentos que en el lugar oportuno de él reproducimos.

El cuarto ensayo consiste casi esclusivamente en los apuntes científicos trabajados por el señor Ansart, sobre la represa del valle del Yeso, a cuyo estudio este laborioso e intelijente injeniero se consagró de preferencia.

Por fin, la quinta i última pieza de esta coleccion de útiles contribuciones hechas a la investigacion, no solo industrial sino científica, de nuestras desconocidas cordilleras i de sus recursos, es el itinerario, condensado pero interesante i luminoso informe de la comision que, desprendiéndose del campamento, o por mejor decir, del taller de la Laguna Negra, se dirijió a esplorar la laguna jemela del Diamante, situada en territorio arjentino, pero bien ajena, por cierto, a la idea o siquiera a la sospecha de que tal escursion pudiera dar pié a un reclamo diplomático. Ese trabajo, tan útil como inocente, fué llevado a cabo por los señores Sotomayor, el primer esplorador de las lagunas, Carvallo i Guerrero, esperto i antiguo administrador el último del Canal de Maipo.

A fin de dar cuerpo i ajuste común a todos esos estudios diversos pero armónicos hemos puesto a su cabeza las instrucciones que les sirvieron de base común i que fueron el programa jeneral de la comision para su desempeño.

Todo esto en cuanto al testo de la obra que damos hoi a la prensa, retardados durante un año entero (bien a pesar nuestro), por mas apremiantes i agobiadoras tareas.

En cuanto a las doce láminas ilustrativas que acompañan cien de los quinientos ejemplares que va a echar a la circulacion la acreditada tipografía de la Patria, nos bastará llamar la atencion al título de cada una de ellas para comprender el objeto a que está destinada.

Las tres primeras corresponden a la comitiva i a su campamento, sirviendo una de ellas de apropiado frontispicio a la obra, pues la cámara oscura reprodujo una de las jigantescas rocas de la Laguna Negra en que habia sido grabada la leyenda del trabajo de la comision.

Viene en pos la Vista jeneral de la pintoresca Laguna Negra, cuya lámina parece remedar con la naturaleza, es decir, con la verdad, algunas de las mas fantásticas creaciones del lápiz de Gustavo Doré. La Cascada Victoria i la Gruta de las Amazonas (de cuya última se acompañan dos vistas, una jeneral i otra parcial de su magnífico pórtico), representan los dos objetos naturales de mayor belleza que adornan el lago andino.

Las dos vistas siguientes reproducen la Laguna del Encañado, que es a la Negra lo que el piso bajo de una casa de sillería, a los altos que la dominan, tan cerca de su pié i separada solo por un perfilado muro de granito, se encuentra sentada la primera con relación a la última. La segunda lámina retrata el valle o Cajón del Encañado, lecho probable de alguna futura i colosal represa, i hoi una de las grietas mas pintorescas, mejor formadas i mas a propósito para el pastoreo de ganados de los Andes chilenos.

Las dos láminas relativas al Valle del Yeso ofrecen un particular interes, por cuanto mejor que las descripciones de las plumas patentizan, la una, la vastísima área destinada a servir de cuenca a las aguas detenidas por una barrera artificial i la otra la estrechez no ménos singular del desfiladero en que aquella barrera deberia colocarse.

En cuanto a la fotografía que representa el pico del Meson, o la altísima cumbre que domina este desfiladero, la laguna, el campamento (de cuyas tiendas se ve un jiron de lomas en el primer plano) el paisaje entero, en una palabra, de esa parte de la cordillera, figura solo en la coleccion como un ornamento artístico, como la mesa del taller del fotógrafo en que están esparcidas las diversas hojas de su interesante coleccion.

Nos queda que decir una palabra sobre los tres planos litografiados que ilustran el testo i que siendo infinitamente mas abundantes que las planchas fotográficas (por razon de santa economía), alcanzan para todos los ejemplares.

El primero de ellos pertenece al trabajo puramente científico del señor Vidal Gormaz, i contiene, ademas de la cuenca jeolójica de las lagunas, el sondaje prolijo y completo de ellas, mapa por tanto utilísimo para darse cuenta cabal de todas las operaciones consignadas en este libro.

Los otros dos planos pertenecen a la Represa del Yeso, siendo uno la planta topográfica del terreno trazado por el joven injeniero don Belisario Diaz, quien con laudable abnegacion permaneció dos dias enteramente solo en aquellos parajes despues del regreso de la comision, i el otro el dibujo aproximativo de la forma i aspecto de la represa misma tal cual la ha concebido el señor Ansart.


Tales son las mas esenciales esplicaciones preliminares que hemos debido ofrecer a los lectores de esta publicacion entregada al criterio de los que aman el progreso del pais, por el compilador de sus piezas, con el mismo espíritu de honrada i patriótica intencion de que en cada una de ellas han tomado nota sus autores.