Este sepulcro lagrimoso encierraEste sepulcro lagrimoso encierraLope de Vega
- A la muerte de Agustín de Carpio
- Soneto 122
Este sepulcro lagrimoso encierra
un viejo en seso, aunque mancebo en años,
que por desengañar nuestros engaños,
el alma a Dios, el cuerpo dio a la tierra.
Su virtud, que del mundo se destierra,
ejemplo a propios y dolor a extraños,
dejó a sus padres miserables daños;
tanto del mundo la esperanza yerra.
Fue su nombre Agustín, su ingenio raro
y, como prenda que era ya del cielo,
fue milagroso en todo su discurso.
Pasó su resplandor como el sol claro,
de las estrellas imitando el vuelo
que alumbran más para acabar el curso.