Esperanza fundada más en la compasión que en la inclinación
de Vicente García de la Huerta


 En el tropel de males que padezco,   
 de la común envidia combatido,   
 nuevos tormentos a mi suerte pido   
 y más gustoso cada vez me ofrezco.   
 

 Al odio, a las venganzas agradezco  
 los duros trances a que me han traído;   
 pues los medios, mi bien, ellos han sido   
 de lograr galardón que no merezco.   
 

 Muerda la envidia pues, el odio invente   
 calumnias nuevas, no me asusta nada,  
 ni haber mal puede que mi gloria impida.   
 

 Pues todo es fuerza que tu amor aumente,   
 pues quien así me quiere enamorada   
 me ha de amar mucho más compadecida.