Comedia entre pulgas regias



COMEDIA ENTRE PULGAS REGIAS


E

NTRE las pulgas, el teatro había decaído sensiblemente; el cinematógrafo había llegado a ser casi la única entretención pulguienta.

El cine tenía mayor campo de acción, paisaje real, y el sabor de ser cada obra única, no perdiendo como en el teatro a fuerza de repetición su frescura. Llegando a ser los artistas una especie de máquina repetidora. La obra de arte teatral, vive del nuevo público pero dentro del fastidio o trabajo mecánico de los artistas. La cinta cinematográfica guarda el sabor de las maquetas. Todas las pulgas sabían que los bocetos son generalmente más interesantes que los monumentos hechos a las pulgas.

Cuando llegaba el folleto a la pulga artista, ya iba viciado de declamación. El artista pulga al poner un pie en escena, creía que todo tenía que decirlo en una forma trascendental, y el resultado era, un teatro con visos de superioridad fastidiosísima. Eso le venía a las pulgas, de la idea de hazañas pasadas, de grandezas muertas que creían que tenían que revivir con gestos cursis en las tablas.

Lo malo de las producciones cinematográficas, eran los distintos idiomas que usaban las pulgas, sólo en los países de mucho dinero se imprimían películas, y desde luego, en ese idioma. Las pulguitas de hablar de poco dinero, y poco comercio, pero de mucha ambición de libertad, tenían que tragarse como única diversión, kilómetros de celuloide, en un idioma extranjero del cual lo único que entendían eran unas leyendas, que caritativamente ponían al pie de los cuadros los caritativos directores, pulgas.

Es inútil decir que las pulgas productoras, iban liquidando lo que es todo, el idioma, único entendimiento de las razas púlguicas.

Por medio de blanda diversión, pues, se adquiría el alma de unas pulgas que ya tenían el cuerpo vendido. Se iba perdiendo el ritmo de una raza, y al perder ese sentido de la vida, de un paisaje regional, inconscientemente se iba entregando a la raza de más poder material, pero de vida equivocada, de vida tonta, sin el menor conocimiento del saber vivir.

Las pulgas contra lo dicho, a manera de reacción, crearon un teatro nuevo, que probablemente no servía para nada, porque ¿qué es nuevo?

Una pulga dio una comedia de pulgas, de muestra y se llamó EL REY PULGA.
EL REY PULGA
(Comedia en 2 actos)


El rey pulga.

(El rey en su cuarto de bridge, una botella de whisky).

Hoy casi no encuentro en todo el palacio tres personas para jugar bridge.


Todos.

¡Majestad!


El rey pulga.

¿Qué hay de nuevo? Me imagino que lo mismo, que solamente me quieren o que aparentan quererme los que reciben dinero del reinado. (Hace señas a un sirviente para que le sirva whisky, el cual le trae desde luego el rey agrega) más, más.

Todos.

¡Majestad!


Un cortesano pulga.

Majestad voy a seros franco, el pueblo cada vez os quiere menos. Además dicen que vivís borracho.


Los otros dos cortesanos pulgas.

¡Dios mío!


El rey.

Usted es el hombre honrado, (palmada en el hombro) en cuanto a lo de beber alcohol, no sé porqué me lo critican, yo soy solamente una parte de mi pueblo.

Dad órdenes para que se diga al pueblo que voy a poner otro rey, buscaremos uno del pueblo de ellos mismos, un mendigo, una persona humildísima. Veremos lo que dicen.


ACTO SEGUNDO


(Han vestido a un campesino de rey, el rey pulga verdadero, está con él al lado del trono. Entra un cortesano)

El rey pulga verdadero.

Qué dice el pueblo encantador de su nuevo gobernante? (desde luego está borracho el rey)


La pulga cortesana.

Están aterrados, dicen que esa pulga no es noble, que sólo lo noble puede dar buenos gobernantes, y que no hay peor pulga que la del mismo palo. Y que además ese rey nuevo puritano no se emborracha.


El rey.


(se ríe mucho, con risa de tirano terrible). ¡Ah! pues a quien no quieren es al rey, no es a mí, seguiré gobernando, llévense a ese cochino.


(Telón y probablemente muchos aplausos).