Nota: Se respeta la ortografía original de la época


I.


Yo sé un himno gigante y extraño
Que anuncia en la noche del alma una aurora,
Y estas páginas son de ese himno
Cadencias que el aire dilata en las sombras.


Yo quisiera escribirle, del hombre
Domando el rebelde, mezquino idioma,
Con palabras que fuesen á un tiempo
Suspiros y risas, colores y notas.


Pero en vano es luchar; que no hay cifra
Capaz de encerrarlo, y apenas ¡oh hermosa!
Si, teniendo en mis manos las tuyas,
Pudiera, al oirlo, cantártelo á solas.