[ fol. xxxvj. ]

Capitulo veynte y siete :
de como nos mudamos, y fuymos bien rescibidos.
[ fol. xxxvij. ]

D

Espues que nos partimos de los que dexamos llorando fuymonos con los otros a sus casas : y de los que en ellas estavan fuymos bien rescebidos, y truxeron sus hijos para que les tocassemos las manos y davan nos mucha harina de Mezquiquez.

Este Mezquiquez es una fruta que quando esta en el arbol es muy amarga, y es de la manera de Algarrovas, y comese con tierra, y con ella esta dulce y bueno de comer. La manera que tienen con ella es esta que hazen un hoyo en el suelo de la hondura que cada uno quiere : y despues de echada la fruta en este hoyo, con un palo tan gordo como la pierna, y de braça y media en largo la muelen hasta muy molida, y demas que se le pega de la tierra del hoyo traen otros puños y echanla en el hoyo y tornan otro rato a moler y despues echanla en una vasija de manera de una espuerta : y echanle tanta agua que basta a cubrirla de suerte que quede agua por cima : y el que la ha molido pruebala, y si le paresce que no esta dulce pide tierra, y rebuelvela con ella : y esto haze hasta que la halla dulce : y assientanse todos al rededor, y cada uno mete la mano y saca lo que puede, y las pepitas della tornan a echar sobre unos cueros : y las caxcaras. Y el que lo ha molido las coge y las torna a echar en aquella espuerta y echa agua como de primero y tornan a espremir el çumo y agua que dello sale, y las pepitas y caxcaras tornan a poner en el cuero : y de esta manera hazen tres o quatro vezes cada moledura.

Y los que en este banquete, que para ellos es muy grande se hallan quedan las barrigas muy grandes de la tierra y agua que han bevido. Y desto nos hizieron los indios muy gran fiesta : y ovo entre ellos muy grandes bayles y areytos en tanto que alli estuvimos. Y quando de noche durmiamos a la puerta del rancho donde estavamos nos velavan a cada uno de nosotros seys hombres con gran cuydado sin que nadie nos osase entrar dentro hasta que el sol era salido.

Quando nosotros nos quisimos partir dellos llegaron alli unas mugeres de otros que vivian adelante : y informados dellas donde estavan aquellas casas nos partimos para alla, aun que ellos nos rogaron mucho que por aquel dia nos detuviessemos, porque las casas a donde yvamos estavan lexos y no avia camino para ellas : y que aquellas mugeres venian cansadas y descansando otro dia se yrian con nosotros y nos guiarian, y ansi nos despedimos. Y dende a poco las mugeres que avian venido con otras del mismo pueblo se fueron tras nosotros : mas como por la tierra no avia caminos luego nos perdimos, y ansi anduvimos quatro leguas : y al cabo dellas llegamos a bever a un agua a donde hallamos las mugeres que nos seguian, y nos dixeron el trabajo que avian passado por alcançarnos.

Partimos de alli llevando las por guia y passamos un rio : quando ya vino la tarde que nos dava el agua a los pechos : seria tan ancho como el de Sevilla : y corria muy mucho.

Y a puesta del sol llegamos a cien casas de indios : y antes que llegassemos salio toda la gente que en ellas avia a rescebirnos con tanta grita que era espanto, y dando en los muslos grandes palmadas : trayan las calabaças horadadas con piedras dentro, que es la cosa de mayor fiesta y no las sacan sino a baylar o para curar, ni las osa nadie tomar sino ellos : y dizen que aquellas calabaças tiene virtud y que vienen del cielo porque por aquella tierra no las ay,ni saben donde las aya sino que las traen los rios quando vienen de avenida.

Era tanto el miedo y tubacion que estos tenian, que por llegar mas presto los unos que los otros a tocarnos, nos apretaron tanto que por poco nos hovieran de matar : y sin dexarnos poner los pies en el suelo nos llevaron a sus casas : y tanto cargavan sobre nosotros, y de tal manera nos apretavan que nos metimos en las casas que nos tenian hechas : y nosotros no consentimos en ninguna manera que aquella noche hiziessen mas fiesta con nosotros. Toda aquella noche passaron entre si en areytos y bayles : y otra dia de mañana nos traxeron toda la gente de aquel pueblo para que los tocassemos y santiguassemos como aviamos [ fol. xxxviij. ]hecho a los otros con quien aviamos estado. Y despues desto hecho dieron muchas flechas a las mugeres del otro pueblo que avian venido con las suyas.

Otro dia partimos de alli, y toda la gente del pueblo fue con nosotros : y como llegamos a otros indios fuymos bien rescebidos como de los passados : y ansi nos dieron de lo que tenian y los venados que aquel dia avian muerto. Y entre estos vimos una nueva costumbre, y es : que los que venian a curarse, los que con nosotros estavan les tomavan el arco y las flechas y çapatos y cuentas si las trayan y despues de averlas tomado nos las trayan delante de nosotros para que los curassemos : y curados se yvan muy contentos diziendo que estavan sanos.

Assi nos partimos de aquellos y nos fuymos a otros de quien fuymos muy bien rescebidos, y nos traxeron sus enfermos que santiguando los dezian que estavan sanos : y el que no sanava creya que podiamos sanarle : y con lo que los otros que curavamos les dezian hazian tantas alegrias y bayles que no nos dexavan dormir.