Cancionero (Petrarca)/Solían mis pensamientos suavemente

Solían mis pensamientos suavemente
juntos tratar de su inquietud primera:
«Piedad hoy del retraso se arrepiente;
quizás habla de ti, teme o espera».

Después que el día final y hora postrera
de vida la privaron de repente,
mi cuita desde el cielo ve, oye y siente,
que no hay, si en ella no, esperanza fuera.

¡Oh milagro gentil! ¡Oh feliz alma!
¡Oh beldad sin segunda noble y rara
que ha vuelto presto a su natal plantío!

Tiene allí de su bien corona y palma
la que aquí abajo celebrada y clara
fue su mayor virtud y el furor mío.