Cancionero (Petrarca)/Siete y diez veces ya ha girado el cielo

Siete y diez veces ya ha girado el cielo
después que ardí sin nunca haber menguado;
y, si me paro a contemplar mi estado,
en medio siento de las llamas hielo.

Cierto es el dicho que se muda el pelo
antes que el uso; y, por traer cansado
el sentido, el deseo es extremado,
que hace en él sombra del corpóreo velo.

¡Triste, ay de mí! ¿Cuándo será que en esto
el día que, viendo huirse la edad mía,
salga del fuego y de aflicción tan larga?

¿Veré jamás, como deseo, el día
que el aura dulce de su bello gesto
guste a estos ojos sin sentirla amarga?