Cancionero (Petrarca)/De día en día mudo rostro y pelo

De día en día mudo rostro y pelo
y no suelto el anzuelo aún cebado,
ni acierto a desasir el enviscado
del árbol que ni estraga sol ni hielo.

Sin agua el mar será, sin sol el cielo
antes que no me dé temor y agrado
su sombra, y no ame u odie destemplado
la herida del amor que tan mal celo.

No espero de mi afán tregua apacible
hasta que me deshaga tras la vida
o vuelva a mí su rostro sin enojos.

Pero antes podrá ser todo imposible,
que ella o la muerte sanen esta herida,
que Amor me abrió en el pecho con sus ojos.