Cancionero (Petrarca)/Cuando el cándido pie por entre el prado

Cuando el cándido pie por entre el prado
su dulce paso honestamente mueve,
parece que del pie que flor remueve,
la más tierna virtud haya brotado.

Amor, que liga sólo el pecho honrado
y no admite que el vil su fuerza pruebe,
de sus ojos placer tan dulce llueve
que no tengo en bien otro ya cuidado.

Y del suave mirar y el suave paso
se afina su acordada cantinela,
y el humilde ademán pausado al caso.

De estas cuatro y alguna otra candela
nace el fuego en que hoy vivo y hoy me abraso,
vuelto un ave nocturna que al sol vuela.