Diferencia entre revisiones de «Página:Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala Tomos I - II.pdf/333»

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que admirar el acto mas heroico de vencimiento propio. Pues habiendo obtenido las licencias necesarias, partió para Salamanca, su patria, y superados los trabajos y riesgos de mar y tierra, llegó á la espresada ciudad: recibiéronlo los Relijiosos de aquel Convento con la veneracion y amor debidos á sus raras prendas, y grandes merecimientos; y después de conversar un rato con su huésped, lo llevaron á descansar á la celda que le tenian prevenida. Aquí, con el silencio de la noche, comenzó la luz de la gracia á disipar las tinieblas de su entendimiento, y el venerable anciano empezó á conocer el yerro que había cometido en abandonar su vocacion: advirtió tambien que el amor propio lo había alucinado y hecho creer que buscaba el retiro de su convento, para disponerse á morir, cuando el verdadero motivo de su jornada habia sido la satisfaccion de ver su casa y parentela. Con tan agudas punzadas no le permitió su conciencia tomar un minuto de sueño: gastó la noche en pedir á Dios perdon de su falta, y en castigar su carne con tan crueles azotes, que dejó la celda toda regada de sangre. Resuelto á enmendar su yerro, muy de madrugada bajó á decir Misa, y habiendo hecho patente al Guardian la amargura de su corazon y lo que daba motivo á ella, con la bendicion de éste salió para Guatemala aquella misma mañana, sin ver á persona alguna. En su vuelta padeció una recia tormenta y una larga calma, que puso á toda la tripulación en el mayor conflicto. Llegó por último este santo varon á su convento de Guatemala, á tiempo que sus hermanos estaban en refectorio: entró con una zoga al cuello y puesto de rodillas dijo la culpa, pidiendo perdon del mal ejemplo que les habia dado, abandonando la mies Evangélica, para la que habia sido llamado por el Soberano Padre de familias: besóles á todos los pies, dejándoles en gran manera edificados. Aplicóse con nuevo fervor al catequismo é instruccion de los indios: procuró con gran conato perfeccionarse en el fracismo de las lenguas del Reino: compuso Diccionarios de ellas y escribió muchos libros de sermones y pláticas espirituales en el idioma
que admirar el acto mas heroico de vencimiento propio. Pues habiendo obtenido las licencias necesarias, partió para Salamanca, su patria, y superados los trabajos y riesgos de mar y tierra, llegó á la espresada ciudad: recibiéronlo los Relijiosos de aquel Convento con la veneracion y amor debidos á sus raras prendas, y grandes merecimientos; y despues de conversar un rato con su huésped, lo llevaron á descansar á la celda que le tenian prevenida. Aquí, con el silencio de la noche, comenzó la luz de la gracia á disipar las tinieblas de su entendimiento, y el venerable anciano empezó á conocer el yerro que había cometido en abandonar su vocacion: advirtió tambien que el amor propio lo había alucinado y hecho creer que buscaba el retiro de su convento, para disponerse á morir, cuando el verdadero motivo de su jornada habia sido la satisfaccion de ver su casa y parentela. Con tan agudas punzadas no le permitió su conciencia tomar un minuto de sueño: gastó la noche en pedir á Dios perdon de su falta, y en castigar su carne con tan crueles azotes, que dejó la celda toda regada de sangre. Resuelto á enmendar su yerro, muy de madrugada bajó á decir Misa, y habiendo hecho patente al Guardian la amargura de su corazon y lo que daba motivo á ella, con la bendicion de éste salió para Guatemala aquella misma mañana, sin ver á persona alguna. En su vuelta padeció una recia tormenta y una larga calma, que puso á toda la tripulacion en el mayor conflicto. Llegó por último este santo varon á su convento de Guatemala, á tiempo que sus hermanos estaban en refectorio: entró con una zoga al cuello y puesto de rodillas dijo la culpa, pidiendo perdon del mal ejemplo que les habia dado, abandonando la mies Evangélica, para la que habia sido llamado por el Soberano Padre de familias: besóles á todos los pies, dejándoles en gran manera edificados. Aplicóse con nuevo fervor al catequismo é instruccion de los indios: procuró con gran conato perfeccionarse en el fracismo de las lenguas del Reino: compuso Diccionarios de ellas y escribió muchos libros de sermones y pláticas espirituales en el idioma