Diferencia entre revisiones de «Recuerdos de provincia/A mis compatriotas solamente»

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Este suceso, que me ponía en la imposibilidad de volver a mi patria, por siempre , si Dios no dispusiese las cosas humanas de otro modo que lo que los hombres lo desean, este suceso, decía, vuelve a reproducirse dieciséis años más tarde con consecuencias al parecer más alarmantes. En mayo de 1848 escribí también una carta a un antiguo bienhechor, en la cual también tuve la indiscreción, de que me honro, de haber caracterizado y juzgado el gobierno de Rosas según los dictados de mi conciencia; y esta carta, como la de 1832, fue entregada al hombre mismo sobre quien recaía este juicio.
Lo que se ha seguido a aquel paso, sábenlo hoy todos los argentinos. El gobernador de Buenos Aires publicó aquella carta, entabló un reclamo contra mí cerca del gobierno de Chile, acompañó la nota diplomática y la carta con una circular a los gobernadores confederados; "el gobierno de Chile respondió a la solicitud, replicó Rosas, se repitieron las circulares, vinieron las contestaciones de los gobernadores del interior, continuó el sistema de dar publicidad a todas aquellas miserias que deshonran, más que a un gobierno, a la especie humana"; y parece que continuará la farsa, sin que a nadie le sea posible prever el desenlace. La prensa de todos los países vecinos ha reproducido las publicaciones del gobierno de Buenos Aires, y en aquellas treinta y más notas oficiales que se han cruzado, el nombre de D. F. Sarmiento ha ido acompañado siempre de los epítetos de infame , inmundo , vil , salvaje , con variantes a este caudal de ultrajes que parecen el fondo nacional, de otros que la sagacidad de los gobernadores de provincia ha sabido encontrar, tales como: traidor , loco , envilecido , protervo , empecinado , y otros más.