Diferencia entre revisiones de «La Eneida (traducción verbum ad verbum)/Libro II»
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{{Vers|2|361}} ¿Quién el desastre de aquella noche, quién los funerales, hablando,
{{Vers|2|362}} explicará, o pueda igualar las labores con las lágrimas?
{{Vers|2|363}} Una urbe antigua se derrumba/derruye, habiendo-dominado (habiéndo''se'' enseñoreado ='''deponente''') por muchos años;
{{Vers|2|364}} muchos cuerpos inertes
{{Vers|2|365}} ''y'' por las casas y los religiosos umbrales
{{Vers|2|366}} de los dioses. Y no solos los teucros dan sus penas/castigos con sangre;
{{Vers|2|367}}
{{Vers|2|368}} y caen los vencedores dánaos. Por-todas-partes cruel
{{Vers|2|369}} luto, por-todas-partes pavor y la mucha (múltiple) imagen de la muerte.
{{Vers|2|370}}
{{Vers|2|371}}
{{Vers|2|372}} inconsciente, y, más allá, con palabras amigas nos apela/apremia:
{{Vers|2|373}} “¡Apresuraos,
{{Vers|2|374}} os-demora? Otros roban los incendiados
{{Vers|2|375}} y se los llevan:
{{Vers|2|376}} Dijo, y al-mismo-tiempo (pues no se
{{Vers|2|377}} suficientemente fieles) se-sintió resbalado/deslizado/caído en-medio-de los enemigos.
{{Vers|2|378}}
{{Vers|2|379}} Como quien opime/pisa entre las ásperas zarzas un imprevisto reptil,
{{Vers|2|380}} apoyándose (él) en el suelo (humi, locativo), y, asustado, de repente (lo) rehúye
{{Vers|2|381}} (al reptil)-que-levanta sus iras y que-entumece/hincha sus
{{Vers|2|382}} no
{{Vers|2|383}} Nos
{{Vers|2|384}} y a los ignorantes del lugar, por todas partes, y a los cautivos por el temor,
{{Vers|2|385}} aplastamos; aspira/inspira la Fortuna a nuestra primera labor (dt).
{{Vers|2|386}} Y aquí, exultante por su éxito y por sus ánimos Corebo:
{{Vers|2|387}} “Oh socios, por-la-vía ''(qua [via])'' que la primera Fortuna -dice- muestra
{{Vers|2|388}} el camino de la salvación, y por-la-(vía)-que se presenta a-sí-misma (''se'') diestra, sigámos(la):
{{Vers|2|389}} cambiemos/mudemos los escudos, y las insignias de los dánaos, y a nosotros-mismos
{{Vers|2|390}} los adaptemos. Dolo/Engaño o virtud, ¿quién en el enemigo lo requiera?
{{Vers|2|391}} Ellos mismos sus armas (nos) darán”. Así hubo-hablado
{{Vers|2|392}} casco de
{{Vers|2|393}} se-inviste, y a su costado acomoda una espada argiva.
{{Vers|2|394}} Esto Ripeo, esto el mismo Dimante, y (esto) toda la juventud
{{Vers|2|395}} hace, alegre: con los recientes espolios cada-uno se arma.
{{Vers|2|396}} Avanzamos/Vamos mezclados con los dánaos, no-con-el-numen-nuestro
{{Vers|2|397}} y, afrontándolos (''congressi''), sembramos muchos combates a-lo-largo-de la ciega
{{Vers|2|398}} noche; a muchos de los dánaos enviamos al Orco.
{{Vers|2|399}} Huyen otros hacia las naves, y en su carrera unos litorales
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