Diferencia entre revisiones de «La Eneida (traducción verbum ad verbum)/Libro II»

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{{Vers|2|297}} y el eterno fuego saca de los profundos (penetralibus) santuarios (adytis).
{{Vers|2|298}} Entre tanto las murallas se-mezclan/confunden con un diverso luto,
{{Vers|2|299}} y más y más, aunque separada (secreta) la casa de sumi padre
{{Vers|2|300}} Anquises, y cubierta por árboles estaba-en-un-receso (apartada),
{{Vers|2|301}} los sonidos se esclarecenhacen-claros y el horror de las armas se precipita (in(g)'''ruit''').
{{Vers|2|302}} Me sacudo-abruptamente del sueño y a las cornisas del sumo techo
{{Vers|2|303}} con (mi) ascenso supero, y me detengo con los oídos elevados/rígidoserguidos (arrectis auribus):
{{Vers|2|304}} como cuando hacia un sembrado una llama, a causa de los enfurecidos Austros,
{{Vers|2|305}} cae, o (cuando) elun robador torrente desde elun río montano / de-las-montañas
{{Vers|2|306}} asuela los campos, asuela los sembrados felices sembrados y las labores de los bueyes,
{{Vers|2|307}} y trae/arrastra los bosques precipitados: queda-estupefacto, inconsciente, el pastor,
{{Vers|2|308}} desde el alto vértice de la roca recibiendo/oyendo el sonido.;
{{Vers|2|309}} Entoncesentonces verdaderamente manifestada (fue) la fidelidad (de ellos), y de los dánaos se abren/quedan patentes
{{Vers|2|310}} las insidias. Ya ruina dio (se derruyó) la amplia casa
{{Vers|2|311}} de Deífobo, superándola Vulcano [''([no ya el fuego, sino su dios'])'' Vulcano, ya, próximo, arde
{{Vers|2|312}} Ucalegonte; los anchos estrechos (canales) sigeos relucen con fuego.
{{Vers|2|313}} Se origina el clamor de los hombres y el clangor de las tubas.
{{Vers|2|314}} Cojo, sin-mente (amente), las armas; y no (hay) bastante (de) razón en las armas,
{{Vers|2|315}} sino-que por aglomerar un puñado (de hombres) para la guerra y por concurrir a la fortaleza
{{Vers|2|316}} con mis socios arden mis ánimos (de Eneas); el furor y la ira a mi mente
{{Vers|2|317}} precipita(n), se me ocurre que ser-muerto entre las armas (es) bello.
{{Vers|2|318}} He-aquí-que, sin embargo, Panto, librado (resbalado) de los dardos de los aqueos,
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{{Vers|2|320}} él mismo trae/arrastra en su mano los-objetos-sagrados, y a los vencidos dioses,
{{Vers|2|321}} y a su pequeño nieto, y en su carrera se dirige sin-mente a (mis) umbrales
{{Vers|2|322}} “¿En qué lugar (está) la situación suprema, Panto? ¿Qué fortaleza prendemos?” [''¿En qué situación está la fortaleza que intentamos prender?'']
{{Vers|2|323}} Apenas había dicho (yo) esas cosas cuando con un gemido cosas-tales devolvió:
{{Vers|2|324}} “Vino el día supremo y el ineluctable tiempo
{{Vers|2|325}} de Dardania. ''Fuimos,'' los troyanos. ''Fue,'' Ilión. Y (''fue'') la ingente
{{Vers|2|326}} gloria de los teucros. El fiero Júpiter todo a (los) Argos [''a los argivos'' o ''a Argos'']
{{Vers|2|327}} transfirió; los dánaos dominan (se-enseñorean) en la incendiada urbe.
{{Vers|2|328}} El arduo (alto) caballo, erguido en medio-de las murallas, difunde
{{Vers|2|329}} hombres-armados y Sinón, vencedor, Sinon incendios mezcla,
{{Vers|2|330}} exsultante/insultantneinsultante. Otros están en las puertas con-doble-entradaapertura,
{{Vers|2|331}} cuantos miles en-otro-tiempo vinieron de las magnas Micenas;
{{Vers|2|332}} sitiaron (obsedereobsedēre) otros, con dardos opuestos, las-partes-angostas de las vías;
{{Vers|2|333}} se alza (se aposta) una formación, de hierro, estrechadaceñida (pertrechada) con puntas
{{Vers|2|334}} brillantes, preparada para la muerte (matar); apenas intentan los combates los primeros
{{Vers|2|335}} vigilantes de las puertas, y con ciego [''dios''] Marte resisten.”
{{Vers|2|336}} Por tales palabras del Otríada y por el numen de los dioses
{{Vers|2|337}} me-lanzo hacia las llamas y hacia las armas, por donde la triste Erinia,