Diferencia entre revisiones de «Las mil y una noches:0957»

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m despiezator(Ed.Ex.Lady):generando el capítulo
 
Línea 8:
... Entre otras aflicciones sufridas por aquel Job de la paciencia, he aquí lo que le sucedió.
 
Pues que su esposa fué a buscarle un día, -¡Alah aleje de nosotros días parecidos!- y le dijo: "¡Oh Maruf! quiero que esta noche, al volver a casa, me traigas un pastel de kenafa hilado con miel de abejas". Y el pobre Maruf contestó: "¡Oh hija del tío! si Alah el Generoso quiere ayudarme a ganar el dinero necesario para comprar la kenafa con miel de abejas, sin duda te la compraré, por encima de mi cabeza y de mis ojos. El caso es que hoy ¡por el Profeta! (¡con El la plegaria y la paz!) no tengo la menor moneda. Pero Alah es misericordioso y nos allanará las cosas difíciles". Y la endemoniada exclamó: "¿Qué estás hablando de la intervención de Alah en tu favor? ¿Acaso crees que, para satisfacer mis ganas de pastel, voy a esperar a que la bendición de Alah vaya a ti o no vaya a ti? No, por vida mía, no me agrada esa manera de hablar. Ganes o no ganes en la jornada, necesito una onza de kenafa hilada con miel de abejas; y en modo alguno consentiré que se quede sin satisfacer cualquier deseo mío. Y si, por tu desdicha, vuelves a casa esta noche sin la kenafa, haré que para sutu cabeza sea la noche más negra que el Destino que te puso entre mis manos". Y el infortunado Maruf suspiró: "¡Alah es Clemente y Generoso y El es mi único recurso!" Y el pobre salió de su casa, y le rezumaban la pena y la aflicción en la piel de la frente.
 
Y fué a abrir su tienda en el zoco de los zapateros remendones, y alzando sus manos al cielo, dijo: "¡Te suplico, Señor, que me hagas ganar el importe de una onza de esa kenafa, y en la noche próxima me libre de la perversidad de esa mala mujer!"