Diferencia entre revisiones de «¡Adiós, Cordera!»

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Se ha deshecho la revisión 890210 de 87.219.30.25 (disc.) fuente (v.Autor:Leopoldo Alas «Clarín») no lleva acento
Etiqueta: Deshacer
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Pasaron muchos años. Pinín se hízohizo mozo y se lo llevó el rey. Ardía la guerra carlista. Antón de Chinta era casero de un cacique de los vencidos; no hubo influencia para declarar inútil a Pinín que, por ser, era como un roble.
 
Y una tarde triste de octubre, Rosa en el prado Somonte, sola, esperaba el paso del tren correo de Gijón, que le llevaba a sus únicos amores, su hermano. Silbó a lo lejos la máquina, apareció el tren en la trinchera, pasó como un relámpago. Rosa, casi metida por las ruedas, pudo ver un instante en un coche de tercera, multitud de cabezas de pobres quintos que gritaban, gesticulaban, saludando a los árboles, al suelo, a los campos, a toda la patria familiar, a la pequeña, que dejaban para ir a morir en las luchas fratricidas de la patria grande, al servicio de un rey y de unas ideas que no conocían.
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<center> {{c|''Este cuento forma parte del libro'' [[El Señor y lo demás, son cuentos]] </center>}}
 
{{DEFAULTSORT:Adios Cordera}}