Diferencia entre revisiones de «Origen del pueblo romano»

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Después de él, le sucedió Tiberio Silvio, hijo de Silvio. Cuando llevó a sus tropas a enfrentarse contra los enemigos que traían la guerra, en medio del combate cayó al río Álbula y murió, y ese fue el motivo de que le cambiaran el nombre <a Tíber>, como escriben Lucio Cincio en su primer libro y Lutacio en su libro tercero. Tras él, reinó Aremulo Silvio, que se cuenta que fue tan soberbio no solo contra los hombres sino también contra los dioses que anunció que él era superior al propio Júpiter y ordenó a sus soldados mientras tronaba que entrechocasen sus armas y escudos mientras repetía que hacían más ruido. Sin embargo, enseguida sufrió su castigo, pues le alcanzó un rayó y arrastrado por la tormeta cayó al [[w:es:Lago_Albano|lago Albano]], según está escrito en el libro cuarto de los anales y en el segundo de los epítomes de Pisón. Ahora bien, Aufidio en sus epítomes y Domicio en su libro primero cuentan no que fue alcanzado por un rayo sino que por un movimiento de tierras cayó el palacio, con él dentro, al lago Albano. Después de él reinó Aventino Silvio: en una campaña contra el ataque de unos vecinos fue rodeado en combate por los enemigos, lo mataron y fue enterrado al pie de una montaña a la que le dio su nombre, como escribe Lucio César en su libro segundo.
 
==Los prolegómenos de la fundación de Roma==
==Numitor, Amulio, Rómulo y Remo==
Tras él, Silvio Procas, rey de los albanos, decidió repartir la herencia entre sus dos hijos, Numitor y Amulio, a partes iguales. Entonces Amulio puso en una parte solo el reino y en la otra todo el patrimonio y el total de los bienes paternos y a Numitor, que era el mayor, le dio la opción de elegir lo que prefiriera. Como Numitor prefirió la vida particular y el ocio privado al poder, Amulio obtuvo el reino y para hacerse más firmemente con el poder, planeó matar al hijo de su propio hermano, Numitor, en una cacería; entonces también ordenó que Rea Silvia, su hermana, se hiciera sacerdotisa de Vesta fingiendo que en un sueño la propia diosa le había aconsejado que así lo hiciera, aunque en verdad consideraba que así debía hacerlo porque veía peligroso que pudiera tener algún hijo que vengase las afrentas contra su abuelo, como describe Valerio Anciate en su primer libro. Por otro lado, Marco Octavio y Licinio Macro cuentan que Amulio, tío de Rea, se enamoró de la sacerdotisa y un día de cielo nublado y oscuro ambiente, al amanecer, la violó acechándola en el bosque de Marte mientrsa ella iba a buscar agua según los rituales sagrados; después, cumplidos los meses, dio a luz a dos gemelos. Cuando lo descubrió, para ocultar el hecho que él mismo había concebido por su maldad ordenó matar a la sacerdotisa y que le presentasen a los niños. Entonces Numitor, con la esperanza de que en un futuro aquellos niños, si crecían, algún día podrían llegar a vengar las injusticias sufridas, los cambió por otros y a sus verdaderos nietos los entregó a Fáustulo, jefe de los pastores, para que los alimentase.