Diferencia entre revisiones de «Origen del pueblo romano»

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Algunos además añaden que Eneas enterró en esa costa a la madre de Euxino, uno de sus compañeros, fallecida por su extrema edad, cerca de un lago que hay entre Miseno y Averno y que de ahí procede su nombre; cuando descubrió que en aquel mismo lugar, en un pueblo que se llamaba Cimbarión, la Sibila predecía el futuro a los mortales, fue allí para conocer la situación de sus azares y <la sibilia> le añadió a sus profecías la prohibición de enterrar en Italia a Próquita, una mujer de su familia relacionada con él por sangre, que se hallaba en buen estado de salud cuando la había dejado. Pero al volver a la flota, se la encontró muerta, por lo que la enterró en una isla cercana, que ahora tiene ese mismo nombre, tal y como narran Vulcacio y Acilio Pisón. Partiendo de allí, llegó al lugar que ahora se llama ''Puertas Cayetas'', que recibió este nombre por su nodriza, a la que perdió y enterró en aquel mismo lugar. Sin embargo, César y Sempronio afirman que Cayeta fue el apodo, no el nombre, y que surgió porque por su consejo e ímpetu las madres troyanas, hastiadas por la larga navegación, incendiaron en aquel mismo lugar las flotas: por tanto, procede del verbo ''caín'' <ref> Transcripción fonética del verbo griego καίω en infinitivo </ref>, que significa “quemar”. De ahí llegó, en tiempos del rey Latino, a aquella costa que recibe el nombre de Laurente por un arbusto de la especie del laurel, y tras desembarcar de las naves con su padre Anquises, su hijo y el resto de sus compañeros, acampó en la costa y comieron toda la comida que tenían e incluso la superifice de las mesas de trigo, unos objetos sagrados que llevaba consigo.
 
Fue entonces cuando Anquises conjeturó que aquel era el fin de sus miserias y vagabundeos, ya que recordó que Venus una vez le había predicho que, cuando se vieran impulsados por el hambre en una lejana costa a atacar unas mesas consagradas, aquel sería el lugar predestinado para fundar una ciudad. Entonces, cuando sacaron una cerda preñada de un barco para sacrificarla y esta se escapó de las manos de los ayudantes, recordó Eneas que una vez un oráculo le había vaticinado que una hembra cuadrúpeda sería la que le guiaría a la ciudad que habría de fundar; la persiguió con las imágenes de los dioses penates y, tras observar los auspicios, dio después el nombre de [[w:es:Lavinio|Lavinio]] a aquel lugar donde aquella se tumbó y parió a treinta cerditos. Así lo cuentan César en su primer libro y Lutacio en su segundo libro. Domicio, por contra, afirma que lo que usaron como soporte para comer no eran montones de trigo, como antes se ha dicho, sino que esparcieron apio, del cual había abundancia en la zona, que también tomaron después de consumir el resto de alimentos y depués entendieron que esa era la mesa que les habían predicho que comerían.
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Así pues, tras matar a Turno, Eneas se apoderó de las posesiones de Turno y, como todavía recordaba los ultrajes, decidió mantener la guerra contra los rútulos; ellos suplicaron y consiguieron la ayuda de [[w:es:Mezencio|Mezencio]], rey de los Agileos, desde Etruria, prometiéndole que, si conseguían la victoria, le otorgarían todas las posesiones de los latinos. Entonces Eneas, que era inferior en tropas, reunió en la ciudad muchas cosas que era necesario proteger y levantó un campamento a los pies de Lavinio y, tras poner al mando de aquel lugar a su hijo Eurileón, él mismo dirigió a sus tropas a la batalla cerca del lago del río Numico cuando elligió el momento para combatir. En aquel lugar, cuando la lucha era más encanizada, oscurecieron el cielo repentinos tornados y cayó tal cantidad de lluvia de repente, acompañada de truenos y el fulgor de los relámpagos que no solo dificultaban la visibilidad sino que incluso confundían la mente; cuando ambas partes quisieron interrumpir el combate, no se pudo encontrar por ningún lugar a Eneas, alcanzado por la súbita confusión de la tormeta. También se dice que, sin darse cuenta de que estaba cerca del río, lo empujaron por accidente de la orilla y cayó de repente a las aguas y que así se interrumpió el combate; cuando, después de levantarse y desaparecer las nubes, apareció su rostro sereno brillando <en el cielo>, todos creyeron que lo habían tomado vivo desde el cielo. Sin embargo, Ascanio y otros afirmaron que habían visto al mismo Eneas sobre la orilla de Númico con las mismas armas y ropa con las que había marchado al combate: esto confirmó la opinión general de su inmortalidad y así pareció oportuno consagrar un templo en aquel lugar y llamarlo [[w:es:Di_indigetes|Padre indigetes]]. Después, con la aprobación de todos los latinos, su hijo [[w:es:Ascanio|Ascanio]] (también conocido como Eurileón) fue nombrado rey.
 
 
==Los sucesores de Eneas==