Diferencia entre revisiones de «Origen del pueblo romano»

Contenido eliminado Contenido añadido
Musaranya (Discusión | contribs.)
Sin resumen de edición
Musaranya (Discusión | contribs.)
Sin resumen de edición
Línea 126:
Sin embargo, Amada, la esposa del rey Latino, consideró indignante que, tras repudiar a Turno, sobrino suyo, le entregaran Lavinia a un troyano extranjero, e incitó a Turno a tomar las armas; él, tras reunir un ejército de rútulos, marchó hacia el campo de Laurente; por su parte, Latino, cuando avanzó contra él acompañado de Eneas entre los combatientes, fue rodeado y asesinado. Con todo, no por perder a su suegro Eneas dejó de enfrentarse a los rútulos, pues también mató a Turno y así, tras derrotar y poner en fuga a los enemigos, volvió victorioso con sus hombres a Lavinio y por común acuerdo de todos fue declarado rey de los latinos, como escribre Lutacio en su libro tercero. Un tal Pisón cuenta que Turno era sobrino por parte de padre de Amata y que ella se suicidó cuando murió Latino.
 
Así pues, tras matar a Turno, Eneas se apoderó de las posesiones de Turno y, como todavía recordaba los ultrajes, decidió mantener la guerra contra los rútulos; ellos suplicaron y consiguieron la ayuda de [[w:es:Mezencio|Mezencio]], rey de los Agileos, desde Etruria, prometiéndole que, si conseguían la victoria, le otorgarían todas las posesiones de los latinos. Entonces Eneas, que era inferior en tropas, reunió en la ciudad muchas cosas que era necesario proteger y levantó un campamento a los pies de Lavinio y, tras poner al mando de aquel lugar a su hijo Eurileón, él mismo dirigió a sus tropas a la batalla cerca del lago del río Numico cuando elligió el momento para combatir. En aquel lugar, cuando la lucha era más encanizada, oscurecieron el cielo repentinos tornados y cayó tal cantidad de lluvia de repente, acompañada de truenos y el fulgor de los relámpagos que no solo dificultaban la visibilidad sino que incluso confundían la mente; cuando ambas partes quisieron interrumpir el combate, no se pudo encontrar por ningún lugar a Eneas, alcanzado por la súbita confusión de la tormeta. También se dice que, sin darse cuenta de que estaba cerca del río, lo empujaron por accidente de la orilla y cayó de repente a las aguas y que así se interrumpió el combate; cuando, después de levantarse y desaparecer las nubes, apareció su rostro sereno brillando <en el cielo>, todos creyeron que lo habían tomado vivo desde el cielo. Sin embargo, Ascanio y otros afirmaron que habían visto al mismo Eneas sobre la orilla de Númico con las mismas armas y ropa con las que había marchado al combate: esto confirmó la opinión general de su inmortalidad y así pareció oportuno consagrar un templo en aquel lugar y llamarlo [[w:es:Di_indigetes|Padre indigetes]]. Después, con la aprobación de todos los latinos, su hijo [[w:es:Ascanio|Ascanio]] (también conocido como Eurileón) fue nombrado rey.