Diferencia entre revisiones de «Las mil y una noches:0909»

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m despiezator(Ed.Ex.Lady):generando el capítulo
 
Línea 15:
Y tras de mirarla un momento sin hablar, Ishak le dijo más dulcemente todavía: "Habla ¡oh joven! con toda confianza". Entonces dijo ella, con una voz semejante a la voz del agua en las fuentes: "La duración de la espera y el tormento de mi espíritu han hecho que ya no se me reconozca, y las lágrimas que he vertido han lavado de su frescura a mis mejillas. Y no abre ninguna de las rosas de antaño". E Ishak sonrió Y dijo, interrumpiéndola: 'Y desde cuándo ¡oh joven! florecen las rosas sobre la faz de la luna llena? ¿Y por qué tratas de rebajar con tus palabras tu propia belleza?" Ella contestó: "¿A qué podrá aspirar una belleza que hasta ahora no vivió más que para sí misma? ¡Oh mi señor! desde hace meses pasaban los días en este depósito de esclavos, ingeniándome yo, a cada nueva almoneda, por encontrar un pretexto para que no se me vendiera; porque siempre esperaba tu llegada y mi entrada en tu escuela de música, cuya fama se ha extendido hasta las llanuras de mi país".
 
Y mientras ella hablaba de este modo, entró su propietario el mercader. E Ishak le preguntó: "¿Qué precio pones a la jovenzuela? Y ante todo, ¿cuál es su nombre?" Y el jeique contestó: "¡Respecto a su nombre, ¡oh mi señor! la llamamos Tohfa Al-Kulub, ¡Obra Maestra de los Corazones! Porque ningún otro apelativo, en verdad, le va tan bien.
 
En cuanto a su precio, debo decirte que ha sido discutido muchas veces entre los ricos aficionados que se presentaban con frecuencia, seducidos por sus ojos, y yo. Por lo menos, vale diez mil dinares. Y debo advertir, a fin de que lo sepas, que ella es la que hasta ahora ha impedido a los compradores llevar más adelante sus negociaciones. Porque cada vez que yo le hacía ver, a petición suya, el rostro de los que se presentaban a comprar, ella me contestaba, sabiendo que no la vendería sin su consentimiento: "¡Este me disgusta por tal y cual motivo, y con este otro no congeniaría nunca a causa de esto y de aquello!" Y de tal modo ha acabado por alejar de ella completamente a los compradores ordinarios y desalentar a los extraños. Porque todos acabaron por saber de antemano que encontraría en ellos algún grave defecto e imperfección, y les contó, sin omitir un detalle, cuanto había pasado. Y por eso la honradez me fuerza a no pedirte como precio de esta joven esclava más que la suma de diez mil dinares, con la que apenas cubro gastos". E Ishak sonrió, y dijo: "¡Oh jeique! añade aún dos veces diez mil dinares y quizás obtenga ella entonces el precio conveniente".