Diferencia entre revisiones de «Hortensia Antomarchi»

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Línea 41:
Tú que sus obras inspirada cantas,
Tú que a sus pies por los que sufren ruegas:
Tú a quien la noche muestra sus arcanos
Y al sol despides, de la tarde reina,
Deja vivir donde tu alma mora
A mi alma cual la tuya soñadora.
 
Hizo la turba vil un Dios del oro,
Y al poeta escarnece, odia y maldice;
Ya las puertas no le abren los palacios
Ni el magnate lo sienta en sus festines:
El arpa al hombro, por la tierra vaga,
Asilo al pobre como a hermano pide,
Y le niega un rincón en sus hogares
El pueblo que recoge sus cantares.
 
Esta faz que los soles del desierto
Y el huracán marino han retostado,
No es la que en lloro maternal bañaba
Del Amaime las brisas enjugaron...
De sollozar mi pecho enronquecido
Y de velar mis ojos fatigados,
Sólo en sueños recorre el alma mía
La casa paternal, su selva umbría.
 
En los labios amantes que mis labios,
Sedientos de placer han comprimido,
Hallé deleites, mas la dicha nunca;
Tras de goce fugaz, nada y hastío:
Mi soledad, ya tarde, lamentaba
Cansado de la gloria en el camino:
Oí tu voz y mi alma dolorida,
No hallándote inmortal, amó la vida.
 
Ignotas soledades do mis cantos
Por las estivas noches despertaban
Lejanos ecos; estruendosos ríos
Cuyas nieblas y espumas argentaba
La luna al asomar sobre los montes
Bajo celajes de fulgente nácar;
Lagos azules, lirios tembladores,
Dadnos vuestros perfumes y rumores...
 
Tú no sabes, paloma gemidora,
Cuán blandamente mecerán tu nido
De nevado plumón las auras tibias,
Bajo la sombra de los bosques míos:
Tú no has amado allí, tú no has soñado
Bajo ese cielo en el lujoso estío,
Oyendo de las selvas los arrullos
Del Nima concertar con los murmullos.
 
¿Por qué el sollozo del nocturno viento
Mi corazón conturba? ¿Qué recuerda?
¿Qué ve, qué ve sobrecogida el alma
A la luz de la luna macilenta
Cruzar las sombras? Mustia... silenciosa...
Despareció a lo lejos tras la niebla.
Corazón que al morir has despertado,
Duerme otra vez en tu sepulcro helado.
 
1869
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