Diferencia entre revisiones de «Íntima (Palacios)»

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Intima
Ayer te vi... No estabas bajo el techo <br>
de tu tranquilo hogar <br>
ni doblando la frente arrodillada <br>
delante del altar, <br>
ni reclinando la gentil cabeza <br>
sobre el augusto pecho maternal. <br>
Te vi...si ayer no te siguió mi sombra <br>
en el aire, en el sol, <br>
es que la maldición de los amantes <br>
no la recibe Dios, <br>
o acaso el que me roba tus caricias <br>
tiene en el cielo más poder que yo! <br>
Otros te digan palma del desierto, <br>
otros te llamen flor de la montaña, <br>
otros quemen incienso a tu hermosura, <br>
yo te diré mi amada. <br>
Ellos buscan un pago a sus vigilias, <br>
ellos compran tu amor con sus palabras; <br>
ellos son elocuentes porque esperan, <br>
¡y yo no espero nada! <br>
Yo sé que la mujer es vanidosa, <br>
yo sé que la lisonja la desarma, <br>
y sé que un hombre esclavo de rodillas <br>
más que todos alcanza... <br>
Otros te digan palma del desierto, <br>
otros compren tu amor con sus palabras, <br>
yo seré más audaz pero más noble: <br>
¡yo te diré mi amada! <br>
 
Ayer te vi... Nono estabas bajo el techo <br>
{{ORDENAR:Intima (Palacios)}}
de tu tranquilo hogar <br>,
[[Categoría:ES-I]]
ni doblando la frente arrodillada <br>
[[Categoría:Poesías de Pedro Bonifacio Palacios]]
delante del altar, <br>
[[Categoría:Poesías]]
ni reclinando la gentil cabeza <br>
[[Categoría:Literatura argentina (Títulos)]]
sobre el augusto pecho maternal. <br>
Te vi... si ayer no te siguió mi sombra <br>
en el aire, en el sol, <br>
es que la maldición de los amantes <br>
no la recibe Dios, <br>
o acaso, el que me roba tus caricias <br>,
tiene en el cielo másmas poder que yo! <br>
 
Otros te digan palma del desierto, <br>
otros te llamen flor de la montaña, <br>
otros quemen incienso a tu hermosura, <br>:
yo te diré mi amada. <br>!
Ellos buscan un pago a sus vigilias, <br>
ellos compran tu amor con sus palabras; <br>,
ellos son elocuentes porque esperan, <br>;
¡y yo no espero nada! <br>
 
¡Yo sé que la mujer es vanidosa, <br>
yo sé que la lisonja la desarma, <br>
y yo se que un hombre esclavo de rodillas <br>
más que todos alcanza!... <br>
 
Otros te digan palma del desierto, <br>
otros compren tu amor con sus palabras, <br>;
yo seré más audaz, pero más noble: <br>
¡yo te diré mi amada! <br>