Diferencia entre revisiones de «Almagesto: Libro IX - Capítulo 02»
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=='''{Sobre nuestro propósito en las hipótesis de los planetas}'''==
Mucho hay, luego, para los arreglos de las esferas. Ahora este es nuestro propósito para demostrar que los cinco planetas, justamente como hemos hecho para el Sol y la Luna, todas aquellas anomalías aparentes pueden ser representadas por movimientos uniformes circulares, desde que esos son propios para la naturaleza de divina existencia, mientras el desorden y la no-uniformidad son foráneos [a tales existencias]. Luego esto es correcto que deberíamos seguir como propósito de una gran cosa, y verdaderamente el propio fin de la filosofía matemática y teórica <ref name="Referencia 005"></ref>. Pero, en varios temas, debemos pensar de que esto es dificultoso, y que allí existe una buena razón de que ninguno anterior a nosotros aun no lo ha seguido <ref name="Referencia 006"></ref>. [Primero] en las investigaciones de los movimientos periódicos de un planeta, la [imprecisión] posible resultante de la comparación de [dos] observaciones (en cada una de las cuales el observador puede haber cometido un pequeño error observacional) producirán, cuando se haya acumulado sobre un periodo continuo, una diferencia notable [desde le verdadero estado] mas temprano cuando el intervalo [entre las observaciones] sobre las cuales el examen es hecho es mas corto, y rápidamente menor cuando este es mayor. Pero tenemos registros de observaciones planetarias solo desde le tiempo cual es reciente en comparación con tal vasta empresa: este hace predicciones para un tiempo inseguro muchas veces mayor [respecto del intervalo por el cual las observaciones están disponibles]. [Segundo], en la investigación de las anomalías, confusión considerable se opone desde los hechos de que este es aparente de que cada planeta exhibe dos anomalías, cuales son además distintas ambas en sus cantidades y en los periodos de su vuelta: una [vuelta] es observada ser contada para el Sol, la otra para la posición en la eclíptica; pero ambas anomalías son continuamente combinadas, de ahí que esta es dificultosa para distinguir las características de cada uno individualmente. [Este es] también [confuso] de que muchas de las observaciones [planetarias] antiguas han sido registradas en un sentido cual es dificultoso para evaluar, y muy tosco. [1] Para las mas series de observaciones continuas conciernen situaciones y fases [ej. la primer y la ultima visibilidad] <ref name="Referencia 007"></ref>. Pero la detección de ambos de estos fenómenos particulares esta cargado de incertidumbre: las estaciones no pueden ser fijadas como un momento exacto, desde el movimiento local de los planetas para varios días ambos antes y después del paso actual es también pequeña para ser observable; en el caso de las fases, no solo lo hace en los lugares [en los cuales los planetas están ubicados] inmediatamente comenzara a ser invisible junto con los cuerpos cuales pasan por sus visibilidades primera y ultima, pero los tiempos también pueden caer en error, ambos debido a diferencias atmosféricas y debido a las diferencias en las [agudezas de] los avistamientos de los observadores. [2] En general, las observaciones [de los planetas] con respecto a uno de las estrellas fijas, cuando toman sobre una distancia comparativamente mayor, involucra cálculos dificultosos y un elemento de conjeturas en las cantidades medidas, a no ser que uno los transporte a ellos de una manera cual es enteramente competente y de buen conocimiento. Esta no es solo porque las líneas uniendo las estrellas observadas no siempre forman ángulos rectos con la eclíptica, pero pueden formar un ángulo de algún tamaño (en consecuencia uno puede expectar error considerable en determinar la posición en latitud y longitud, debido a la inclinación variante de la eclíptica [al marco del horizonte de referencia]); sino también debido al mismo intervalo [entre la estrella y planeta] aparece a los observadores tanto mayor cerca del horizonte, y menor cerca del cielo medio <ref name="Referencia 008"></ref>; en consecuencia, obviamente, el intervalo en cuestión puede ser medido tanto en un mayor instante, en otra menor respecto a lo que es en realidad.
Por lo tanto esto fue, pienso, que Hiparco, siendo un gran amante de la verdad, para todas de las razones de arriba, y especialmente debido a que el aun no tiene en su posesión tal plan de recursos en la forma de observaciones precisas desde tiempos más modernos como el mismo nos ha provisto a nosotros <ref name="Referencia 009"></ref>, también él investigo las teorías del Sol y de la Luna, y en la mejor de sus habilidades, demostrada en cada significado en su comando de que ellos están representados por movimientos uniformes circulares, igualmente el no hizo un comienzo en establecer teorías para los cinco planetas, no brevemente en sus escritos cuales nos han llegado a nosotros <ref name="Referencia 010"></ref>. Todo aquello que él hizo fue para hacer una compilación de observaciones planetarias arregladas en un sentido más usual <ref name="Referencia 011"></ref>, y mostrar por medio de esos que el fenómeno no estuvo de acuerdo con las hipótesis de los astrónomos de aquel tiempo. Podemos presumir, que el penso que uno debe no solo mostrar que cada planeta tiene una anomalía duplicada, o que cada planeta tiene arcos retrógrados cuales no son constantes, y son de tan y tales tamaños (considerando que los otros astrónomos han construido sus pruebas geométricas sobre la base de una anomalía invariable y arco retrogrado); [aquello no fue suficiente para mostrar] de que esas anomalías pueden de hecho ser representadas tanto por medio de círculos excéntricos o por círculos concéntricos con la eclíptica, y transportando epiciclos, o igualmente por combinación de ambos, la anomalía eclíptica siendo de tan y tal tamaño, y la anomalía sinódica de tan y tal (para esas representaciones han sido empleadas por también todas aquellas que trataron de exhibir el movimiento circular uniforme por medio de las llamadas "Tablas-Aeon" <ref name="Referencia 012"></ref> pero sus intentos fueran imperfectos y en el mismo instante escaso de pruebas: alguno de ellos no acaban sus objetivos del todo, los otros solo a extensiones limitadas); pero, [presumimos], que él recontó de que uno quien ha alcanzado tal grado de inclinación de precisión y amor a la verdad a través de todas las ciencias matemáticas no serán contenidas para frenar un punto de arriba, como los otros quienes no tuvieron cuidado [acerca de las imperfecciones]; bastante, que alguno quien estuvo por convencerse así mismo y su futura audiencia debe demostrar el tamaño y el periodo de cada uno de las dos anomalías por medio del bien intentado fenómeno cual cada uno esta de acuerdo, debe luego combinar ambas anomalías, y descubrir la posición y orden de los círculos por los cuales ellos son efectuados, y el tipo de su movimiento; y finalmente debe hacer prácticamente todo el ajuste del fenómeno al carácter particular del arreglo de los círculos en su hipótesis. Y esto, supongo, pareció dificultoso igualmente a el.
El punto de las remarcas de arriba no fue para preciar [de nuestras propias conclusiones]. Bastante, si estamos en algún punto obligados por la naturaleza de nuestro sujeto para usar un procedimiento no en estricta concordancia con la teoría (en instancia, cuando transportamos pruebas usando sin una futura cualificación los círculos <ref name="Referencia 013"></ref> descriptos en las esferas planetarias por el movimiento [ej., del cuerpo] asumiendo que de esos círculos yacen en el plano de la eclíptica <ref name="Referencia 014"></ref>, para simplificar el curso de la prueba); o [si estamos obligados] para hacer alguna asunción básica a la cual arribamos en desde algún principio aparente fácil, pero desde un periodo largo de tratamiento y aplicación <ref name="Referencia 015"></ref>, o asumir un tipo de movimiento o inclinación de los círculos cual no es el mismo e inalterable para todos los planetas <ref name="Referencia 016"></ref>; podemos [estar habilitados de] acceder [a esta compulsión], desde que conocemos que este tipo de procedimiento inexacto no afectara el fin deseado, provisto aquel este no va a resultar en algún error notable; y conocemos también aquellas suposiciones hechas sin prueba, provista solo que ellas son encontradas estar de acuerdo con el fenómeno, no pudo haber sido encontrado sin algún procedimiento cuidadoso, igualmente si este es dificultoso para explicar como uno llega a concebirlos (en general, la causa de los primeros principios es, por naturaleza, tanto no-existente o tanto mas duro de describir); conocemos, finalmente, que alguna variedad en el tipo de las hipótesis asociadas con los círculos [de los planetas] no pueden plausiblemente ser considerados extraños o contrarios a la razón (especialmente desde que el fenómeno exhibido por los planetas actuales no son iguales [para todos]); pero; cuando el movimiento circular uniforme es preservado para todos sin excepción, los fenómenos individuales son demostrados de acuerdo con un principio cual es más básico y generalmente aplicable respecto a aquel de similitud de las hipótesis [para todos los planetas].
Las observaciones cuales usamos para las demostraciones varias son aquellas cuales son más probables a ser seguras, a saber [1] aquellas en las cuales allí es observador el contacto actual o aproximaciones muy cercanas a la estrella o la Luna, y especialmente [2] aquellas hechas por medio del instrumento astrolabio. [En esos] la línea del observador de la visión es directa, como si este fuera, por medio de agujeros de observación en lugares opuestos de las argollas, en consecuencia distancias iguales como arcos iguales en todas las direcciones, y puede determinar precisamente la posición de los planetas en cuestión en latitud y longitud con respecto a la eclíptica, moviendo la argolla de la eclíptica en el astrolabio, y los agujeros de observación diametralmente opuestos en las argollas <ref name="Referencia 017"></ref> a través de los polos de la eclíptica, en un alineamiento con el objeto observado.
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=='''Notas de referencia'''==
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<ref name="Referencia 002">Cf. I 1 p. 35.</ref>
<ref name="Referencia 003">No podemos dudar de que no solo las teorías planetarias sino las tablas planetarias han sido construidas antes de Ptolomeo: la prueba es suplida por el astrónomo indio, cual esta basado en las teorías griegas cuales son extensamente pre-ptolemaicas, no en su totalidad, y verdaderamente por las referencias propias de Ptolomeo a las “tablas-Aeon” de abajo (p. 422). Lo que es da a significar es que todos los esfuerzos previos fueron, por su criterio, insatisfactorios.</ref>
<ref name="Referencia 004">Ptolomeo esta ciertamente pensando en las observaciones babilonias planetarias, cuales son característicamente de este tipo. Ellas comienzan a ser disponibles a nosotros a través de los “diarios” (ver Sachs [2]), pero para Ptolomeo fueron probablemente solo a través de las compilaciones de Hiparco.</ref>
<ref name="Referencia 005">Este parece ser la única referencia del efecto de refracción (si aquello es lo que es) en el Almagesto, desprecio su relevancia obvia ej. A las observaciones de las elongaciones máximas de Mercurio en IX 7. Ptolomeo lo discute (como un problema teórico) en algún detalle en Optica V23-30 (ed. Lejeune 237-42).</ref>
<ref name="Referencia 006">Esto parece implicar que Hiparco registro observaciones planetarias propias, cuales Ptolomeo uso para establecer sus teorías. Esto puede ser verdad, pero es extraño que Ptolomeo cite no como una observación simple de Hiparco. Pudo Ptolomeo meramente dar un significado de que Hiparco "aun" no ha ensamblado la compilación de las más tempranas observaciones planetarias cual él menciona justamente debajo?</ref>
<ref name="Referencia 007">La circulación de los libros en la antigüedad fue entonces fortuita que, igualmente para uno, como Ptolomeo, quien ha accedido a los grandes recursos de las bibliotecas de Alejandría, este fue un procedimiento de citación necesario.</ref>
<ref name="Referencia 008">Tengo una pequeña duda de que todas las observaciones planetarias citadas en el Almagesto son derivadas desde esta compilación (cf. P. 452 n. 66), y que parte del "refregó" de Hiparco fue da sus fechas en el calendario egipcio. Para un servicio similar que él proveyó para el listado de eclipses lunares ver HAMA 320-21.</ref>
<ref name="Referencia 009"> . En mi opinión, Ptolomeo se esta refiriendo al tipo de trabajo en el cual los movimientos medios de los planetas fueron representados por un numero entero de revoluciones en algún periodo inmenso, en el cual todos ellos volvieron al comienzo del zodiaco, y las ecuaciones fueron calculadas por una combinación de los epiciclos o de excéntrica y de epiciclos cuales no fueron reducidas a un modelo cinemática geométricamente consistente, ej. Para una clase de trabajos griegos cuales fueron los antecesores de los siddhantas indios. En esto estoy de acuerdo con van der Waerden. "Ewige Taflen", excepto que creo que él implica por el titulo de esas tablas no un significado de "eternidad" (cf. la traducción convencional, "Tablas Eternas", cual es posible filológicamente, pero no necesario), sino se refiere al inmenso periodo común en el cual los planetas dan vueltas (cf. la inscripción griega de Keskinto, HAMA 698-705, y el Mahayuga indio). Las otras dos referencias a esas tablas en antigüedad (P. Lond. 130, ver Neugebauer-van Hoesen, Greek Horoscopes p. 21, I 12-13, y Vettius Valens VI I, ed. Kroll 243,8) son consistentes, pero no requiere, con esta interpretación.</ref>
<ref name="Referencia 010">Literalmente "como si los círculos fueran simples [círculos]".</ref>
<ref name="Referencia 011"> Ptolomeo de hecho traslado todas las pruebas involucrando los movimientos longitudinales de los planetas (en los libros IX-XII) como si los movimientos suceden en el plano de la eclíptica.</ref>
<ref name="Referencia 012">El caso paradigmático de eso es la introducción del ecuante.</ref>
<ref name="Referencia 013"> Ej. el modelo especial para los movimientos longitudinal de Mercurio, o las inclinaciones especiales atribuidas a los planetas interiores para sus movimientos latitudinales.</ref>
<ref name="Referencia 014">Esto no es claro porque el plural "argollas" es usado (contrario al singular en V 1, H354,13). También los avistamientos están sujetos solo a la argolla 1 en la fig. F (p. 218). Ptolomeo presuntamente se refiera a ambos argolla 1 y argolla 2, desde que la argolla 2 tiene que ser primero movida a la posición correcta de observación en la argolla de la eclíptica (no. 3).</ref>
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