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:Roa Urzúa, Luis. La familia de don Pedro de Valdivia. Conquistador de Chile: Estudio histórico. Sevilla: Imprenta de la Gavidia, 1935
:Roa Urzúa, Luis. La familia de don Pedro de Valdivia. Conquistador de Chile: Estudio histórico. Sevilla: Imprenta de la Gavidia, 1935
:Retamal Ávila, Julio. Descubrimiento y conquista de Chile. 1a. ed. Santiago: Salesiana, 1980
:Retamal Ávila, Julio. Descubrimiento y conquista de Chile. 1a. ed. Santiago: Salesiana, 1980
:Larraín Valdés, Gerardo. Pedro de Valdivia. Santiago: Luxemburgo, 1996</ref> y con él, Inés de Suarez. También Quiroga, De Los Ríos, Pinel, Godínez, Delgado, González Marmolejo, Núñez, Céspedes, Martínez de Ribera, Almonacid, Cháves, Cruz, González Cimbrón, Tarabajano, Villarroel, Vergara, Bohón, Jufré...<ref>Thayer Ojeda, Tomás. Censo Fundacional de Chile</ref> En 1541, un 15 de enero, fundaron Santiago del Nuevo Extremo en el Valle del Mapuche, junto al Cerro Huelén. “... el ejercito de los cristianos... hizo asiento en quince de enero de mil quinientos cuarenta y uno, donde halló un cacique llamado Vitacura, que era indio del Perú y puesto en este valle por el gran inga rey peruano, el cual habiendo conquistado parte del reino de Chile, tenía puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias hasta el valle de Maipo, que está tres leguas más adelante deste valle de Mapuche...”<ref>Mariño de Lobera, Pedro. Crónica del Reino de Chile. Ed. Universitaria. Santiago 1970</ref>
:Larraín Valdés, Gerardo. Pedro de Valdivia. Santiago: Luxemburgo, 1996</ref> y con él, Inés de Suarez. También Quiroga, De Los Ríos, Pinel, Godínez, Delgado, González Marmolejo, Núñez, Céspedes, Martínez de Ribera, Almonacid, Cháves, Cruz, González Cimbrón, Tarabajano, Villarroel, Vergara, Bohón, Jufré...<ref>Ver: Thayer Ojeda, Tomás. Censo Fundacional de Chile</ref> En 1541, un 15 de enero, fundaron Santiago del Nuevo Extremo en el Valle del Mapuche, junto al Cerro Huelén. “... el ejercito de los cristianos... hizo asiento en quince de enero de mil quinientos cuarenta y uno, donde halló un cacique llamado Vitacura, que era indio del Perú y puesto en este valle por el gran inga rey peruano, el cual habiendo conquistado parte del reino de Chile, tenía puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias hasta el valle de Maipo, que está tres leguas más adelante deste valle de Mapuche...”<ref>Mariño de Lobera, Pedro. Crónica del Reino de Chile. Ed. Universitaria. Santiago 1970</ref>


Tras este contingente “fundacional” y, coherente con la política poblacional de Carlos V, las postrimerías del siglo XVI y gran parte del XVII son testigos de lo que en lenguaje actual del ACNUR<ref>ACNUR: Alto Comisionado de naciones Unidas para los Refugiados</ref> llamamos “reagrupación familiar”. A partir de 1560, cada vez mas mujeres y niños cruzan el Atlántico y bajan por el Pacífico para llegar a Chile a hacer “vida maridable” con los conquistadores llegados desde el Perú. Con ellas viene también un nuevo y distinto contingente de emigrantes. No habiendo ya casi nada nuevo por conquistar, los conquistadores dejan paso a los artesanos y a los comerciantes. En sus equipajes llegan herramientas (azadones, palas, martillos, lenzas, escofinas, garlopas), simientes (trigo, olivas, toronjas, repollo, acelgas, manzanas), animales alimenticios (cerdos, gallinas, ovejas, cabras) y de tiro (mulas, bueyes, asnos). Los caballos, sabido es, formaban parte del conquistador a quien, en un comienzo, los indígenas veían como a centauros barbados.
Tras este contingente “fundacional” y, coherente con la política poblacional de Carlos V, las postrimerías del siglo XVI y gran parte del XVII son testigos de lo que en lenguaje actual del ACNUR<ref>ACNUR: Alto Comisionado de naciones Unidas para los Refugiados</ref> llamamos “reagrupación familiar”. A partir de 1560, cada vez mas mujeres y niños cruzan el Atlántico y bajan por el Pacífico para llegar a Chile a hacer “vida maridable” con los conquistadores llegados desde el Perú. Con ellas viene también un nuevo y distinto contingente de emigrantes. No habiendo ya casi nada nuevo por conquistar, los conquistadores dejan paso a los artesanos y a los comerciantes. En sus equipajes llegan herramientas (azadones, palas, martillos, lenzas, escofinas, garlopas), simientes (trigo, olivas, toronjas, repollo, acelgas, manzanas), animales alimenticios (cerdos, gallinas, ovejas, cabras) y de tiro (mulas, bueyes, asnos). Los caballos, sabido es, formaban parte del conquistador a quien, en un comienzo, los indígenas veían como a centauros barbados.