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224 LAS BELDADES DE MI TIEMPO

reclamarlo como una gloria uruguaya. Su vida politica toda. se desarrbllé en la Repfiblica Orienta1_ Nacido ‘en Buenos Aires, segfin su biografo José Domingo Cortes, adopto a. la primera como isu patria. Desdejuego, si ya. en 1831, debido 3. 103 esfuerzos de su iministerio, se de molian lots muros -die Montevideo, q-11-e oprimian a ésta como una. cintura de hierro, si ya entonces era una per- sonalidad saliente en el escenario politico de las repa- blicas del Plata, no podia, por su edad; descender de nin- guno de 10.3 hermanos Dowes, venido a, estos pai-ses muy pocos afios antes, cuvando ya habia, nacido e1 sefior Obes. De manera, pu-es, que resulta de la exposicién que hace el sefior Calzadilla, que los Gelly de Buenos Aires, y 105 Herrera de Montevideo vienen directamente duel egoista. y utilitario filésofo de Ma-lmesbury. Proteste ahora e1 espiritualista y platoni-co primer magistrado de la Re- pfiblica Oriental —‘- y ya Vera que el autor de Las Bel- dades de mi Mempo, le explica cémo buscando en ciertos gustos, por Ieyes de herencia, por propensiones de tem- peramento y por analogies de caracter, tiene que ser forzosamente un retofio de aquel gran arbol, que dio sus mas repugnantes frutos en la célebre universidad do Oxford. Ahora, no qui-ero despedirme de ti, Argos, que me das hospitalidad en tus columnas, ni de mi coe- taneo Santiago Calzadilla, que ha removido mis recuer- dos de otras épocas, sin manifestar que se incurre en otro error cuando se‘afirma en la carta de ayer que con- testo — que el general Wenceslao Paunero es argentino de nacimiento. Cierto es que cuando después de la cru- zada del 19 de Abril de 1825, a que diveron nervio e1 rudo, pero arrogante y patriota Lavalleja y el aliento varonil de -don Manuel Oribe, — cierto es que cuando a raiz de aquella. altiva. declaracién de gu,flb1'ra a1 imvperio, lo-s hermanos de aquende el Plata quisieron olvidar anti- guos rencores y llevar el concurso inestimable de su ejército, ‘e-1 joven Paunero se alisto a. la sombra de la bandera. argentina, entre las fuerzas con que contribuyé la. heroica provincia de Corrientes, y luego do conquis- tada la independencia dela Repfiblica Oriental, siguié su carrera militar en el ejército argentino. Auxiliar po- deroso del general Paz en la campafia de Cordoba, tomo parte principalisima en la accion de armas- de San Ro- qu-e contra Bustos y en las batallas estratégicas de la Tablada y Oncativq de las que decia, el barbaro que ani- mé las paginas del Facundo de Sarmiento, que el manco tactico lo habia. derrotado con figuras de contradanza,