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218 ms BELDADES DE MI TJEMPO

se\ confunden como ‘lass caras de los japoneses, que son distintos, y un-o cree al mirarlos que es el mismo que vié antes; y de ahi nace el error, En cuanto al sefior Lficas Obes, es argentino y no oriental", como Paunero, y como mi impugnador 10 quiere hacer aparecer ahora, pues a ejemplo de Rivadavia echo -en Montevideo las bases de la ciudad nueva, y de la. hermosa calla del 18 de Julio: znada menos!

Queda salva-do e1 error y do Vd. su obsecuente servi- dor. — El «creator de las “Beldades de ma‘. tauem 00"’.

AL AUTOR DE LAS “BELDADES DE MI TIEMPO” Estimado sefior:

Ei solo anuncio de la aparicién de un nuevo cap-itulo del libro de Vd. (todavia. inédito y ya saboreado, como dice Argos), es una -promesa que prepare. e1 animo a. la grata. fruici-on que su lectura produce estableciéndose entre e1 autor y el lecto-r, una comunidad de ideas y sen- timentoé a1 evocar el recuerdo de otros tiempos, a1 que esta ligado ta,nt=o nombre simpatico a.1 oido como el de una. mfisica que se ha, esvcuehado en ‘especial situacién del animo, recuerdo iniborrabie que supera. .9. otros que el tiempo destruye. Al interés de la lectura Va unido el de la curiosidad que la _supresi6n de capitulos despierta; y si evsto nos pasa. a, los del sexo. . . feo, qué no sera entre las del. .. belle! Dereohitas se van a. ir todas a1 capitulo VI, a. ver qué cos-as les cuenta Vd.,iporqu-e como muchas do ellas saben que las conversaciones de Calz-adill-a son para. hombres solos, lo que a1 fin de cueutas -es un desaire que Vd. les hace, desean penetrar en esos secretos que Vd. les reser’va,. ;Y para que -el interés sea aim mayor. vienen les comentariosl Ayer fué una. de 48 (mos, a oro. (lo que parece ser cartilla vieja y tener mucha. letra menuda.) que -lo animé a. contrinuar la ovbra empezada, y que agrega. nuevos datos de aquellos tiempos y alaba su inocencia. Hoy es Jiuvencio Arenillas; mafiana un In- glés criollo. La. verdad que yo seria. de opinion de que se pagara la suscricién ad-elantada. del sabroso libro, por- que para. muestra, basta cm botén. La. verdad que a. mi también me dieron tentaciones de salir corrigiendo la ortografi-a de 103 nombres ingleses; pero me dije: — zquién me mate a mi an cam-isa de once varas, si al fin do cuentas todos los entienden lo mismo, y eso que ahora.