Diferencia entre revisiones de «El niño y la maga»
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{{encabe|
|autor=José Zorrilla
|más info=del tomo sexto de las [[Poesías de don José Zorrilla|Poesías]].
|anterior=[[Las dos rosas]]
|próximo=[[Apoteosis de Don Pedro Calderón de la Barca]] (drama), seguido de [[A mi amigo D. Juan Eugenio de Hartzenbusch]]
}}
<poem>
¡Cuán risueña es el alba de la vida,
esa mágica edad de la ilusión,
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¿Qué le importa el murmullo de la brisa,
a quien sigue tal vez el aquilón?
del blando viento al compasado son.
¿Qué le importa que el agua se alborote,
tormentosas alzando olas sin fin?
a dar como el que dejo á otro jardín.
¿Qué le importa que bajen las tinieblas,
la noche desplomando sobre el mar?
Él dice:
ya me vendrá otro sol a despertar.
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yo quiero mi existencia dolorida
gozar llorando, y mi dolor cantar.
'''- I -'''
Es una bella aurora,
fresca, purpúrea y clara,
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admirando su hermosura
con infantil confianza.
halagándole la Maga:
Si tú quisieras conmigo
llena de fuentes y flores
y de deleites y galas;
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en un país no lejano,
a quien Existencia llaman.
todo el universo es mío.
Siguióla contento Adolfo
y a una señal de la Maga,
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dejáronse ir sin recelo
a los caprichos del agua.
'''- II -'''
Audaces surcando las aguas serenas
al lánguido impulso del aire sutil,
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firmeza y vigor.
La Maga, amorosa, seguía ligera
fantasma hechicera
vagando tras él;
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dejando su planta
detrás la niñez.
ADOLFO ¿Qué sitio es éste, señora?▼
'''- III -'''
{|
▲{{Pt|ADOLFO| ¿Qué sitio es éste, señora?
¿Dónde estamos? Que si no
mienten mis ojos, ya es éstaotra distinta región.}}
{{Pt|LA MAGA| Estamos, al fin, Adolfo,
en un país superior,
en donde nada caduco,
nunca imbécil vegetó.}}
{{Pt|ADOLFO| Y esos alcázares de oro
que se ven en derredor,
esos pensiles colgados,
esos bosques, ¿cúyos son?}}
{{Pt|MAGA| De una emperatriz hermosa
tan alegre como el sol,
en cuyos vastos dominios
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ni los peligros pavor.
Tan bella y tan cortesana,
pues que como ella no hay ''dos'',
no hay fuerza a quien no atropelle,
ni grandeza la asombró.
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desigual repartición,
dijo: «Gozad y pedidme,
que si hay dioses, yo soy dios.
{{Pt|ADOLFO| Y ¿quién es tan atrevido
espíritu protector,
a quien nada se resiste
y a quien nada se igualó?}}
{{Pt|MAGA| La
{{Pt|ADOLFO| ¡Dama ilustre
Envidiable en su favor.}}
{{Pt|MAGA| ¿La sirvieras?}}
{{Pt|ADOLFO| La adorara.}}
{{Pt|MAGA| ¿Fueras su amigo?}}
{{Pt|ADOLFO| El mejor.}}
{{Pt|MAGA| Pues alguien hay que pudiera
concedértelo.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Quién?}}
{{Pt|MAGA| Yo.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Quién eres, que tal poder
alcanzas?}}
{{Pt|MAGA| Su hermana soy;
que {{may|juventud}} y {{may|esperanza}}
nacidas a un tiempo son.}}
{{Pt|ADOLFO| Pues lleguemos al palacio,
porque ya siento, por Dios,
por sus ilustres favores
perdido mi corazón.}}
{{Pt|MAGA| ¿Esperas vencer?}}
{{Pt|ADOLFO| Lo espero,
que he de conquistar su amor.}}
{{Pt|MAGA| Bien haces en esperar,
puesto que contigo voy.}}
Dio Adolfo el brazo a la Maga,
y ambos con paso veloz
doblaron hacia el palacio
en coloquios de ambición.
|}
Doquiera en su sacro recinto se oía
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la gloria gustando, el amor, la embriaguez.
Y en voz afanosa,
altiva hermosura,
falaz juventud?
Doquiera te veo, siguiéndote avanzo,
mas nunca te
Yo siempre en tu busca, y huyéndome tú!
¡Oh! Dime, Esperanza, mi fiel compañera,
¿dó está esa altanera
cobarde mujer?
La Maga le sigue, mas no le responde.
¿Lo sabes?
me mientes ahora
que la amo por fin?
¡Oh! Ciego por ella, tras ella
¡Fantasma divino,
te adoro insensato, después que te vi!
'''- IV -'''
Cansado de su rápida carrera
siguiendo la fantástica visión,
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la rebelde y desnuda realidad.
llena de sombras mi memoria está;
dame el brazo, Esperanza: en mis oídos
esos cantares tentadores van.
Y era así, que a pedazos por el viento
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hallando en el cieno sepulcro común.»
ellos cantando, y sin aliento yo!
Fiestas allí, cristal, oro y mujeres,
y aquí conmigo soledad y error!V
{|
{{Pt|ADOLFO| ¿Dónde estamos, Esperanza?}}
{{Pt|MAGA| Selva es aquésta que ves
de razón y de recuerdos.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Tiene nombre?}}
{{Pt|MAGA| La
{{Pt|ADOLFO| ¿Y aquellas alegres damas,
y aquel palacio, y aquel
festín espléndido y cánticos
de ventura y de placer?}}
{{Pt|MAGA| Allá quedan.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Y la hermosa
de que un instante gocé,
y tras quien corro insensato?}}
{{Pt|MAGA| Allá se queda también.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Conque por fin la he perdido?
¿Conque en verdad la soñé?}}
{{Pt|MAGA| El perseguirla es perderla,
que es verdad, e ilusión es.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Mis amigos?}}
{{Pt|MAGA| Allá quedan.}}
{{Pt|ADOLFO| De mis soldados, ¿qué fué?}}
{{Pt|MAGA| Allá quedan.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Y mi gloria,
mis timbres?}}
{{Pt|MAGA| Allá también.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Conque todos me dejaron?
¿Qué resta en la vida, pues?}}
{{Pt|MAGA| Tu Esperanza está contigo,
Siempre acudiéndote fiel.}}
{{Pt|ADOLFO| Tú sola no me abandonas.}}
{{Pt|MAGA| A tu lado siempre iré,
alumbrándote el camino
que tomastes al nacer.
Reposa y vamos.}}
{{Pt|ADOLFO| Me canso.}}
{{Pt|MAGA| Yo la mano te daré.}}
{{Pt|ADOLFO| Dame un manto, tengo frío;
Agua dame, tengo sed.}}
{{Pt|MAGA| Vamos a buscar la fuente.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿Está muy lejos?}}
{{Pt|MAGA| Tal vez.}}
{{Pt|ADOLFO| ¿No tiene fin el camino?}}
{{Pt|MAGA| Sí.}}
{{Pt|ADOLFO| Pues vamos.}}
{{Pt|MAGA| Tras mí ven.}}
{{Pt|ADOLFO| ¡Oh, cuán distinto, Esperanza,
este camino es de aquel
por donde yo te tendía
mi brazo ligero ayer!}}
{{Pt|MAGA| Lo que pasó no recuerdes;
mirando adelante vé.}}
{{Pt|ADOLFO|
{{Pt|MAGA| Olvida.}}
{{Pt|ADOLFO| No puede ser.}}
|}
Así con cansado paso
va caminando tal vez
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mirando hacia el agua está.
Llegando allí, dijo Adolfo:
entremos en esa choza
un momento a descansar.
Entraron en la cabaña,
y a la débil claridad
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Adolfo vio con espanto
una sombra reflejar.
preguntó, en duda tenaz,
con su memoria luchando,
recelando la verdad.
calva y arrugada miro,
y tan gastada mi faz?
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cuando a despertar viniste
mi infantil curiosidad?
y el canastillo en que audaz
conmigo bogastes, era
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entre pensiles de flores
y palacios de cristal.
que no los puedo olvidar,
ni a aquella reina orgullosa,
a quien ya no veré más.
en gemir y en esperar
lo que buscamos en ella
Línea 1008 ⟶ 1028:
aun con nosotros está.
'''- VI. PLEGARIA -'''
¡Blanca ilusión! ¡Benéfica esperanza!
Triste y última luz del corazón,
Línea 1043 ⟶ 1064:
y séanme los pliegues del sudario,
de sueño eterno santo pabellón.
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