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{{brecha}}Ya el ConSenso de 'Viíia del Mar, eri L969, afirmó esas coinciclencias y tipifícó, precisó y cuantificó el atraso económico y social de la región y Los factores externos que lo delerminan, destacando las enormes injustici.as cometidas en su contra, bajo el disiraz de cooperación y aVudT porque en Am6rica Latína, grandes ciudades que muchos admiran, ocúltan e.L drama de cientos de miles de seres que viven en poblaciones marginales, producto de un pavoroso desempleo y subempleo: esconden las desigualdades profunrJas entre pequeños grupos privilegiarios y las g^randes masasr cuyos ínciices de nutrición 1r cle salud )'Io superan a los de Asia y Af,ricar QU€ casi no tienen acceso a la cultura.
{{brecha}}Ya el ConSenso de 'Viíia del Mar, eri L969, afirmó esas coinciclencias y tipifícó, precisó y cuantificó el atraso económico y social de la región y Los factores externos que lo delerminan, destacando las enormes injustici.as cometidas en su contra, bajo el disiraz de cooperación y aVudT porque en Am6rica Latína, grandes ciudades que muchos admiran, ocúltan e.L drama de cientos de miles de seres que viven en poblaciones marginales, producto de un pavoroso desempleo y subempleo: esconden las desigualdades profunrJas entre pequeños grupos privilegiarios y las g^randes masasr cuyos ínciices de nutrición 1r cle salud )'Io superan a los de Asia y Af,ricar QU€ casi no tienen acceso a la cultura.
Es fácil ccmprender por qu6 nuestro Continente Latinoamericano regj-stra una alta mortalidad infantil y un najo promedi-o de vida, si se tiene presen,te que en 61 faltan vei-ntiocho millones de viviendas, el cincuenta y seis por ciento de su población está subali-mentada, hay más cle cien millones de analfabetos y semianalfabetost trece millones de cesantes ), más de cincuenta millones con trabajos ocasionales¡/'Más de veinte millones de latÍnoamericanos no conocen la moneda, ni siquiera como medio cle intercambioo'''
Ningún régimen, ningún Gobierno, ha sido capaz de resolver los grandes déficit rJe vivienda, trabajou alimentación y salud-''i)or el conLrario, esto tivo de la población"" De continuar esta situación ¿Qué ocurrirá cuando seamos más de seíscientos millones de habitantes a fines de sr-gIo'r-


{{brecha}}Es fácil comprender por qu6 nuestro Continente Latinoamericano regj-stra una alta mortalidad infantil y un najo promedi-o de vida, si se tiene presen,te que en 61 faltan vei-ntiocho millones de viviendas, el cincuenta y seis por ciento de su población está subali-mentada, hay más cle cien millones de analfabetos y semianalfabetost trece millones de cesantes ), más de cincuenta millones con trabajos ocasionales¡/'Más de veinte millones de latÍnoamericanos no conocen la moneda, ni siquiera como medio cle intercambioo'''
No siempre se percibe que el subcontinente latinoamericanor cuyas riquezas potenciales son enormes, ha llegado a ser el principal campo de acción del imperialismo econémico en los últimos treinta años,.,' Datos recientes del trondo Monetario Internacional nos informan que la cuenta de inversiones privadas"de los países desarrollados en America Latina arro¡o un oerrcit en contra de ésta de diez mil millones de clólares entre 1960 y 1970o/En una palabra, esta suma constituye un aporte ?ut" de capitales de esta región al mundo opulento, en diez años.

{{brecha}}Ningún régimen, ningún Gobierno, ha sido capaz de resolver los grandes déficit rJe vivienda, trabajou alimentación y salud. Por el contrario, estos se acrecientan año a año con el aumento vegetativo de la población. De continuar esta situación ¿Qué ocurrirá cuando seamos más de seiscientos millones de habitantes a fines de siglo?

{{brecha}}No siempre se percibe que el subcontinente latinoamericano, cuyas riquezas potenciales son enormes, ha llegado a ser el principal campo de acción del imperialismo económico en los últimos treinta años. Datos recientes del fondo Monetario Internacional nos informan que la cuenta de inversiones privadas de los países desarrollados en América Latina arrojó un déficit en contra de ésta de diez mil millones de dólares entre 1960 y 1970. En una palabra, esta suma constituye un aporte neto de capitales de esta región al mundo opulento, en diez años.