Diferencia entre revisiones de «Página:De la imprenta en Francia.djvu/11»
m LadyBots movió la página Página:Revista de España (Tomo I).djvu/23 a Página:De la imprenta en Francia.djvu/11 sin dejar una redirección |
Sin resumen de edición |
||
Cabecera (noinclude): | Cabecera (noinclude): | ||
Línea 1: | Línea 1: | ||
<small>{{RH||Y DE LAS ULTIMAS DISCUSIONES DEL CUERPO LEGISLATIVO|17}}</small> |
|||
Cuerpo de la página (para ser transcluido): | Cuerpo de la página (para ser transcluido): | ||
Línea 1: | Línea 1: | ||
representante genuino de la derecha legitimista; presidíale M. de Villele, á quien no faltaba ni habilidad ni talento, pero le arrastraba el torrente de la reacción ultra-realista. Como el partido victorioso habia combatido desaforadamente la censura, no osó restablecerla, pero propuso y obtuvo de las Cámaras la aprobación de una ley restrictiva en alto grado que fué la de 1822. Las disposiciones capitales y las más restrictivas de este nuevo sistema eran las siguientes: exigia autorización previa para la publicación de periódicos; concedía á ciertos tribunales la facultad de suspenderlos y suprimirlos; trasladaba á la jurisdicción de los tribunales correccionales las materias de imprenta en que antes entendía el jurado, y en caso de difamación contra empleados públicos solo permitía que se pudiera articular la prueba escrita. Aun con todas esas trabas fuera preferible este sistema á la censura; pero el nuevo Gobierno no renunciaba totalmente á restablecerla, al menos durante el intérvalo de las legislaturas, si bien habia de cesar abiertas las Cámaras, asi como al llegar el período de las elecciones generales. |
representante genuino de la derecha legitimista; presidíale M. de Villele, á quien no faltaba ni habilidad ni talento, pero le arrastraba el torrente de la reacción ultra-realista. Como el partido victorioso habia combatido desaforadamente la censura, no osó restablecerla, pero propuso y obtuvo de las Cámaras la aprobación de una ley restrictiva en alto grado que fué la de 1822. Las disposiciones capitales y las más restrictivas de este nuevo sistema eran las siguientes: exigia autorización previa para la publicación de periódicos; concedía á ciertos tribunales la facultad de suspenderlos y suprimirlos; trasladaba á la jurisdicción de los tribunales correccionales las materias de imprenta en que antes entendía el jurado, y en caso de difamación contra empleados públicos solo permitía que se pudiera articular la prueba escrita. Aun con todas esas trabas fuera preferible este sistema á la censura; pero el nuevo Gobierno no renunciaba totalmente á restablecerla, al menos durante el intérvalo de las legislaturas, si bien habia de cesar abiertas las Cámaras, asi como al llegar el período de las elecciones generales. |
||
Tal era la ley de 1822, cuya discusión dio lugar á tormentosos incidentes. Combatiéronla los centros de la Cámara, no solo el izquierdo, sino hasta los mismos ministros del anterior gabinete |
{{brecha}}Tal era la ley de 1822, cuya discusión dio lugar á tormentosos incidentes. Combatiéronla los centros de la Cámara, no solo el izquierdo, sino hasta los mismos ministros del anterior gabinete Richelieu y Pasquier, y otros oradores igualmente templados y |
||
Richelieu y Pasquier, y otros oradores igualmente templados y |
|||
juiciosos. Con esta ocasión pronunció Royel Collard uno de sus más famosos discursos: B. Constant, Foy, Manuel y otros oradores de la izquierda emplearon contra ella sin fruto los tesoros de su |
juiciosos. Con esta ocasión pronunció Royel Collard uno de sus más famosos discursos: B. Constant, Foy, Manuel y otros oradores de la izquierda emplearon contra ella sin fruto los tesoros de su |
||
elocuencia. Mientras estuvo en vigor, y con arreglo á sus prescripciones, sucesivamente recurrió el Gobierno á los medios preventivos y al de la represión. La censura , que es al parecer el sistema más fácil y cómodo, impone sin embargo al Gobierno una responsabilidad pesadísima, por cuanto impide decir y por cuanto permite que se diga. Los tribunales correccionales dominados por la opinión pública, se mostraron mucho menos severos de lo que se había esperado. Sintiéndose débil, y considerando insuficientes los medios de defensa que su propio sistema de imprenta le proporcionaba, propuso el ministerio Villele en 1827 otro proyecto aun más duro |
elocuencia. Mientras estuvo en vigor, y con arreglo á sus prescripciones, sucesivamente recurrió el Gobierno á los medios preventivos y al de la represión. La censura , que es al parecer el sistema más fácil y cómodo, impone sin embargo al Gobierno una responsabilidad pesadísima, por cuanto impide decir y por cuanto permite que se diga. Los tribunales correccionales dominados por la opinión pública, se mostraron mucho menos severos de lo que se había esperado. Sintiéndose débil, y considerando insuficientes los medios de defensa que su propio sistema de imprenta le proporcionaba, propuso el ministerio Villele en 1827 otro proyecto aun más duro y erizado de trabas á que dio la ironía del público nombre de ''ley de justicia y amor''. Obtuvo mayoría favorable de los Diputados; pero ante la oposición de los Pares, á cuya Cámara se habia refugiado el espíritu de templanza é independencia, hubo de retirarla el ministerio en medio de estrepitosas demostraciones de público |
||
y erizado de trabas á que dio la ironía del público nombre de ''ley de justicia y amor''. Obtuvo mayoría favorable de los Diputados; pero ante la oposición de los Pares, á cuya Cámara se habia refugiado el espíritu de templanza é independencia, hubo de retirarla el ministerio en medio de estrepitosas demostraciones de público |