Diferencia entre revisiones de «Página:El tamaño del espacio.djvu/42»

Escudero (Discusión | contribs.)
m Bot: Reemplazando redirección de plantilla «Guión» por «Guion»
Cuerpo de la página (para ser transcluido):Cuerpo de la página (para ser transcluido):
Línea 1: Línea 1:
La estabilidad de los sistemas consiste en una incesante recomposición de equilibrios; pero ninguno de estos últimos se repite exactamente. Podríamos decir que cada uno tiene por expresión un número trascendente, habiendo para ello cuatro razones principales:
La estabilidad de los sistemas consiste en una incesante recomposición de equilibrios; pero ninguno de estos últimos se repite exactamente. Podríamos decir que cada uno tiene por expresión un número trascendente, habiendo para ello cuatro razones principales:


1ª Los cuerpos celestes no son globos perfectos, sino masas de tosca estructura, constituidas por elementos en diferentes estados físicos: sólido, pastoso, viscoso, líquido, gaseoso; con lo que, al girar, ofrecen sin duda diversas resistencias. Su forma esferoidal es una generalización geométrica en cuya virtud circunscribimos el conjunto a la línea continua que parece contenerlo. Así decimos que la cabeza humana es redonda, cuando en su complicadísima estructura no hay sino una impresión general de redondez; o que un cerro es cónico, cuando a la verdad consiste en una aglomeración irregular de rocas y árboles que solamente dan la impresión del cono. 2ª Las desmesuradas extensiones que atraviesan los astros en su curso, no pueden tener exactamente, y tanto más cuanto más vastas sean, las mismas condiciones físicas: otra irregularidad a la cual deberán adaptarse los movimientos de dichos astros, variando en consecuencia. 3ª Estos movimientos son muchos {{--}} nueve a lo menos para cada planeta de nuestro sistema {{--}} y dependen de causas diversas, ajenas todavia al planeta mismo: influencias circunstantes cuya función es el conjunto de dichos movimientos. La correspondencia perfecta de {{guión|es-|estos}}
1ª Los cuerpos celestes no son globos perfectos, sino masas de tosca estructura, constituidas por elementos en diferentes estados físicos: sólido, pastoso, viscoso, líquido, gaseoso; con lo que, al girar, ofrecen sin duda diversas resistencias. Su forma esferoidal es una generalización geométrica en cuya virtud circunscribimos el conjunto a la línea continua que parece contenerlo. Así decimos que la cabeza humana es redonda, cuando en su complicadísima estructura no hay sino una impresión general de redondez; o que un cerro es cónico, cuando a la verdad consiste en una aglomeración irregular de rocas y árboles que solamente dan la impresión del cono. 2ª Las desmesuradas extensiones que atraviesan los astros en su curso, no pueden tener exactamente, y tanto más cuanto más vastas sean, las mismas condiciones físicas: otra irregularidad a la cual deberán adaptarse los movimientos de dichos astros, variando en consecuencia. 3ª Estos movimientos son muchos {{--}} nueve a lo menos para cada planeta de nuestro sistema {{--}} y dependen de causas diversas, ajenas todavia al planeta mismo: influencias circunstantes cuya función es el conjunto de dichos movimientos. La correspondencia perfecta de {{Guion|es-|estos}}