Diferencia entre revisiones de «El capitán Montoya»

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Línea 22:
y el de delante con pluma.
Llegaron donde el camino
en dos leles divide un cerro,
y presta una e rnzcruz de hierro
algo al uno de divino.
Y es así, que si los ojos
Línea 48:
en son temeroso el viento,
rasgándose turbulento
por entroentre las ramas secas,
y en los desiguales hoyos
con las lluvias socavados,
Línea 57:
ni alcanzaba a más de un paso
ciega la vista sin ella;
ni señal se, apercibía
de vida en el olivar,
ni más voz que el rebramar
Línea 99:
Sacó la faz del embozo,
y oyendo el son más distinto,
eclióseechóse la mano al cinto,
y ¿quién va? el amo y el mozo
preguntaron a la par;
Línea 116:
-Y ¿cómo ha de estar, Ginés?
Atortolada a mis pies
y más blanda que tinauna esponja.
-Y ¿pensáis dejarla así?
-¡Dejarla, ni por asomo!
Línea 182:
Mas nada a los apostados
mueve, anima o impresiona,
ni voces ni transeuntestranseúntes
parece que les importan.
Inmóviles permanecen,
Línea 211:
dobló a la puerta la hoja,
quedó en tinieblas la calle,
ijerony dijeron fuera: «¡Ahora!»
«¡Viles!», gritó el que salía;
los que esperaban, «¡La moza,
Línea 278:
Y al escucharle el mancebo,
dijo con voz poderosa:
«Con una legión no basta
para el capitán Montoya.»
Y haciendo el último esfuerzo,
Línea 338:
de la justicia en mitad,
fuese, dejando en la turba
adrniraciónadmiración general.
 
Y justamente admirado
Línea 479:
Tan rico y gran bebedor,
no hay medida a sus deseos,
y pasa entraentre devaneos
una existencia de amor.
Y para ahogar su indolencia
Línea 505:
que a ser ciertos, en verdad
pueden tornarse clamores,
que anda entroentre ellos una llave
con que se abre un presbiterio.....
Mas el caso es un misterio
y la verdad no se sabe.
Él sigue ufano y galán,
y loglos rumores de que hablo,
si los sabe, los da al diablo
satisfecho el Capitán.
Línea 516:
el don César de mi cuento:
si le crees malo, lo siento;
mas no fuáfue mucho mejor.
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Línea 623:
serviles solicitudes,
bajan a asirle el estribo
porque les mire o saludosalude,
y el salón que dejan solo
con la alfombra y con las luces,
Línea 640:
y al peso de los curiosos
por ambas barandas cruje?
Avanza, puesppues; por la sala
la gente se distribuye,
y este es el lance más crítico
Línea 815:
desde la cena, la danza
tercera vez empezó,
Másmás que nunca bullicioso
y pacífico el salón.
mas justo será añadir
Línea 847:
¿quién puso bajo una toca
corazón tan español?
¿Qué valen las. celosías
que la aprisionan el ver,
si en sus bellas fantasías
Línea 923:
moderaron los antojos
tras de que corrieron antes?
Ella, que ayer esquivaba.
del templo el cantar sonoro
la oración la cansaba,
Línea 1084:
Acércate sin temor,
que lo que alcanza por dentro,
no hacahace temible el encuentro
del Capitán reñidor.
Tú, lector, preguntarás:
-¿Conque el Capitán es ése?
El mismo, masmás que te pese;
pero hazte un poquito atrás,
porque levantando el brazo,
Línea 1164:
don César, con paso lento,
entre la turba mezclado,
dirigióse Aa un enlutado
que oraba en aquel momento,
-¿Quién es el muerto, sabéis,
Línea 1174:
mas no lo tomó tan mal
como tal vez le interesa.
VolvióloVolvióle la espalda, pues,
diciendo:-Me ha conocidoy burlárseme ha querido;
mas luego veré quién es.-
Línea 1427:
y don Fadrique, colérico,
en pie a su lado, las frases
lale dirige más violentas
que halló para provocarle.
Dejábale el Capitán
Línea 1472:
que esto no es más que un ultraje
que hacer queréis a mi casa,
y que está pidiendo saiigrelsangre!
Si no podéis el motivo
descubrirme que deshace
Línea 1492:
si el secreto será grande;
y pues veis a lo que obliga,
si hidalgo sois, réspetadlerespetadle.
Callaron ambos a dos
y continuaron mirándose
como hombres en sus propósitos
igualmente imperturbablepertinaces.
Al fin dijo don Fadrique
por la estancia paseándose,
Línea 1610:
en la razón, y así al mundo
contarla a mi turno puedo.
Ni quitaré ni pondrápondré;
como a mí me la contaron
fielmente la contaré,
Línea 1617:
Diz que pasaron diez años,
cada cual lleno a su vez
de azares y clesengañosdesengaños;
mas a nuestro cuento extraños,
no hacen al caso los diez.
Línea 1711:
triste volvió a su convento
el Capitán penitente.
 
Y ha poco había en sepultura humilde,
de la maleza oculta entre las hojas,
Línea 1722 ⟶ 1723:
leer en medio de la antigua losa:
Aquí yace fray Diego de Simancas,
que fué en el siglo el capitóncapitán Montoya.
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